Susy, una dulce ama de casa.Sorpresas da la vida 3
Estaba ardiendo como consecuencia de sus recuerdos, tres de sus dedos se metían por completo en su vagina; se levantó tratando de no hacer ruido, Carlos seguía profundamente dormido. Se metió al baño y concluyó su placentera tarea. Tenía que dormir, el siguiente día prometía ser muy bueno.
Muchos, o por lo menos algunos, me han preguntado si Susy realmente existe o solo vio la luz al nacer en la mente de un calenturiento escritor. Quiero decirle que Carlos conoció a Susy hace siete años. Desde el primer momento que la vio quedó fascinado por la impresionante belleza de su fino y delicado cuerpo. Su apretada cintura y el contoneo de su cuerpo, así como lo desafiante que se comportaban aquel par de hermosos y redondos senos, y la exquisita danza de sus caderas a cada paso de su andar hicier...