Las confidencias de Lourdes
Sonreí y me dirigí al cuarto de baño, no es que tuviese ninguna necesidad pero empezaba a sentir un poco de humedad en mis braguitas. Ya dentro del cuarto de baño me quede mirando al espejo y me dije pero que puta estás hecha.
Lourdes es una compañera de trabajo con la que tengo mucha complicidad, es de ese tipo de mujer que te quedas mirando cuando la ves por la calle, a sus 48 años no tiene reparo alguno en enseñar su cuerpo enfundado en un vaqueros o vestidos ajustados. Es sin duda, la envidia de sus compañeras y amigas, y el deseo oculto de muchos hombres.
Por desgracia para mí, no tengo nada que hacer con ella, cuando la conocí enseguida nos caímos bien y hubo mucho feeling entre nosotros, tanto que terminamos siendo a...