El ANCIANO y la UNIVERSITARIA de primer año

Carol es una preciosa joven de pueblo que no puede permitirse una residencia universitaria en su primer año de carrera. Ni siquiera le alcanza para compartir un piso en la capital con otras estudiantes. Por suerte, don Arsenio le permitirá vivir en su casa a cambio de un poco de ayuda domestica.

Son ya las tres de la madrugada. Carol camina sola por las calles de su nueva ciudad. Lo estaba pasando tan bien con sus recién conocidos compañeros de clase que ha perdido completamente la noción del tiempo. Está contenta por sentir que encaja tan bien, y no le desanima saber que parte de su éxito se debe a sus destacables encantos femeninos.

Poco a poco, una sensación más tediosa le borra la sonrisa de la cara: el Señor Arsenio le prohibió llegar más tarde de las doce, y, justo en el primer fin de s...

Comparten mis secretos

Mi hermana le cuenta a sus amigas cosas de mi que ellas quieren probar.

A mi hermana Gabi no se le ocurrió nada mejor que confiar a sus dos amigas más íntimas alguno de mis secretos. Le encantó convertirse en la relatora de mis aventuras y proezas, dándose importancia al tiempo que enorgulleciéndose por tener un hermano tan bien plantado.

Les hizo pensar que las historias que contaba sobre mí, las conocía porque yo se las había contado, porque se había enterado por terceras personas o porque me había espiado cuando traía a casa algún ligue, y la realidad era que la mayorí...

Complicidad entre primos 57

A Luis le da morbo estar con su novia después de haber sido follada y a ella tener el semen de dos hombres. Alicia le levanta el castigo a Luis. Marta y Alicia hablan sobre la actitud de Alfonso.

Alicia llegó a casa y se encontró a Luis esperando en el portal.

  • ¿No quieres subir a casa mientras mi mamá está sola? - Le preguntó provocativa.

  • Sabes que me la follaría. - Respondió riéndose.

En su cuarto le contó el encuentro con Alfonso mientras se desnudaban.

  • Así que me voy al baño a lavarme un poco, jiji. Prefiero que cuando me chupes las tetas no tengan semen de Alfonso, no te gustaría, jiji.

Alicia se inclinó para enseñarle las tetas de cerca mientras seguía riéndo...

Saciándonos con las cosas pequeñas

Sexo sin prisa pero sin pausa, degustándonos cada segundo, saboreando cada detalle.

Saciándonos con las cosas pequeñas Tuvimos otro encuentro Silvia y yo, pero este fue diferente, nada de pasión desenfrenada, sexo duro rudo etc. Saciándonos con las cosas pequeñas, eso buscamos hacer, slow sex = sexo lento eso buscamos hacer, no ibamos a obsesionarnos con los coitos orgasmos, ni las eyaculaciones si quiera, disfrutar de cada segundo cada caricia cada beso, de cada detalle, lento despacio, sin prisa, sin prisa pero son pausa, sexo diesel, ir poco a poco pero de esa manera podríamos llegar...

Ni en tu casa, ni en la mía

De como dos casi desconocidos dan rienda suelta a sus más bajos instintos.

En el preciso momento en que nuestras manos se tocaron, nuestra respiración se acompasó y todo a nuestro alrededor dejó de tener sentido para nosotros.

Nos dió igual estar sentados en la terraza de aquel bar, a la vista de todo el mundo. Nuestras bocas se unieron y nuestras lenguas comenzaron con aquel baile de pasión. Ya sólo importaban aquellos mensajes que nuestros cuerpos se lanzaban el uno al otro, buscando nuestro encuentro sexual.

Así que haciendo caso a nuestros instintos carnales, decid...

Zorra de internet

Conozco a una chica de mi edad por internet y en el mismo día que la conozco en persona me fuerza a llegar a una situación demasiado sexual para mi en aquel momento.

Yo soy Juan, por aquella época aún iba al instituto y conocía a pocas chicas. Estaba más salido que el pico de una mesa e internet por aquel entonces era una herramienta que me ayudaba mucho con todo en general, pero no seais mal pensados, no vengo a hablar del porno que veía en este contexto. Solía mirar por las plataformas de moda si había chicas con mis mismos gustos, y obviamente, que estuviesen buenas (o que a mi me lo pareciesen). De esa manera conocía varias (a algunas por suerte las llegué a conocer...

Futuro imperfecto 3.2 (Segunda parte)

Andrés/Jorge y Vicky son dos profesionales del sexo en busca de una oportunidad

El sol brilla esa mañana y mucha gente a nuestro alrededor está haciendo deporte, corriendo, montando en bicicleta o paseando a los perros. Vicky ha llegado hasta mí con el resuello justo.

—Cielo, eres un pedazo de bombón, y verte el culo es un aliciente que me renta… —Respira de nuevo fatigosamente—.  Pero tengo agujetas hasta en las tetas.

Ella ha empezado a hacer deporte de forma sistemática gracias a mis consejos y acompañamiento. Ahora, tras un tiempo, ya le gusta correr y empieza a ir regu...

El café se enfría

Siempre es mejor tomarse el café bien caliente, pero hay momentos en la vida que es necesario y recomendado dejar que el café se enfríe.

Todo empezó sin empezar. Sin pistoletazo de salida. Simplemente nos encontramos porque el destino decidió que debía ser nuestro momento. Nuestras miradas se cruzaron y algo nos removió a ambos. Todo se conectó como si siempre hubiera tenido que estar conectado. Como si ya nos conociéramos de otra vida pasada. Un café. Una sonrisa. Una mirada. Una confidencia y muchas risas.

Nuestros encuentros y desencuentros se repetían semana tras semana. Sabíamos que no podíamos, que no debíamos estar juntos. Pero...

Un fortuito encuentro

Los encuentros fortuitos son los mas sabrosos

La comida de Empresa se alargó hasta pasada la una de la madrugada. Quizá aquella cena fuese la más animada que se recordase desde que instauró esta costumbre. En la actualidad ya se sobrepasaban los noventa empleados que celebraban la llegada de la Navidad y el Año Nuevo. En su mayoría eran hombres los que participaban en aquella cena. Algunos de aquellos participantes lo aprovechaban para tomarse unas horas de canas al aire dejando en casa críos, suegra y la parienta, era una salida adecuada.

Los un...

Lampolla último día

Las orillas del mar son peligrosas

Una tarde de cielo totalmente cubierto y mar tan encalmada  como pudiera ser la de un mar muerto, un hombre moreno e insignificante se entretenía buscando piedras y piedrecitas que al estar mojadas se asemejaban a perlas, que la naturaleza creo y que los fuertes oleajes enviaban incansables a la orilla. Aquel hombre moreno e insignificante vislumbró a lo lejos la figura de lo que parecía una chica que tal y como iba acercándose pudo verla mejor, y sin saber el por qué le hizo latir el corazón más deprisa, c...