Visita al trabajo

Un museo con poca vigilancia se convierte en un teatro erótico para una joven pareja.

—Las exhibiciones se encuentran del ala derecha, a las cuales accede recorriendo la cinta y siguiendo las señalaciones, señorita. La cafetería, tienda de regalos y el puesto de seguridad secundario está al finalizar el recorrido, antes de salir del museo.

La recepcionista del museo, Miranda, por como lo decía su etiqueta, se veía como una mujer bonita y amable. Blanca, castaña, estatura media… sus piernas eran cortas, pero no tenía una mala figura. Le di las gracias con amabilidad y me adentré en el m...

Me follo a una azafata de avión de Europa del Este

Quizás nunca más volveré a tener un vuelo tan placentero como éste. Me encantó la clase "business" de Emirates.

Hola,

Soy un cuarentón, calvo-rapado, delgado, con buen tono muscular, un rabo de buenas dimensiones que, según dicen, utilizo bastante bien, y con ganas de marcha. Me gusta aprovechar las oportunidades que surgen para follar, en resumidas cuentas.

Era un domingo de esos que lo que menos te apetece es irte de tu casa para soportar colas, controles, agobios, ... pero que tienes que hacerlo porque forma parte de tu trabajo. Llegué al aeropuerto de El Prat con la tarjeta de embarque sacada, mi equi...

Tras la barbacoa

Cuando la fiesta acaba y hay que reposar lo vivido.

Estábamos bastante perjudicados al caer la tarde.

Isa dormía una buena cantidad de alcohol en el sofá mientras Elia, Salva y yo seguíamos compartiendo porros alrededor de la mesa de café, sentados en el suelo.

-No me queda energía, creo que me voy a echar. –Dije mareado después de apurar la cerveza.

Habíamos empezado a las diez de la mañana y sólo quedábamos los cuatro en casa de Elia.

Los cuatro éramos amigos desde el colegio, por lo que aquella casa no nos era nada desconocida.

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Compartir piso confinados

Después de semanas confinados por la pandemia, tanto yo como mi compañera de piso estamos muy calientes y tendremos que solucionarlo.

Mi compañera de piso está muy buena. Rubia, menuda, con buenas tetas y un culo bien hecho. Alguna vez me he pajeado pensando en esas tetas. Por desgracia, desde que la conozco tiene una relación muy estable, aunque a distancia porque su novio viaja mucho por trabajo.

Cuando nos confinaron, él estaba en su casa madrileña y no podían verse. Aunque eso nunca les había impedido hacer cibersexo. Creedme, los he oído más de una vez. Al principio era cómodo. Nada de madrugar para ir a trabajar. El teletrabaj...

Follando con la masajista

Una fisioterapeuta dispuesta a aliviar mis dolores acaba follando en su propia consulta

Me llamo Fran.

Hace unos meses tuve una contractura en la espalda y me recomendaron una fisioterapeuta con consulta en Barcelona, en el barrio de Sants, en un local a pie de calle. Llamé para pedir cita y me atendió ella misma, dándome cuenta por su voz que era una chica bastante joven.

Al día siguiente, llegué a la consulta un poco antes de las 7pm y me dijo que yo era su última visita. Me percaté que, efectivamente, tendría veintipocos años. Parecía incluso más joven, casi adolescente. Pelo ca...

Dulce invierno

Atrapada por la nieve Penélope tiene que hacer noche en casa de Olga y Javier

DULCE INVIERNO

- Buenos días dígame ?

- Buenos días Penélope, soy Cristina de Manpower, te llamo por que nos acaba de entrar un trabajo que te podría interesar.

- Ah estupendo me paso en media hora por la oficina y me comentas

- De Acuerdo nos vemos Penélope…

*Por fin un trabajo, no es que fuese la ostia pero , al menos tenia contrato para tres meses, lo malo es que se trataba de ir visitar clientes en la zona rural , no era un trabajo difícil por que los cl...

Te espero en el bar

Varios meses sin vernos, muchas ganas acumuladas... Cualquier sitio es bueno.

TE ESPERO EN EL BAR

Estaba leyendo el periódico, cuando la vi entrar con aquel vestido ligero de verano y venir hacia mi mesa.

  • ¿Llevas mucho esperando? – Preguntó.

Diez minutos, no te preocupes.

Ella se sentó a mi lado, en el extremo de la pequeña mesa, a cuarenta y cinco grados de mi posición. Nos besamos cordialmente, hacía seis meses que no nos veíamos, y ambos sabíamos que ese era mucho tiempo. Hicimos un gesto a la camarera para que nos tomara nota. Pedimos una bebida cada uno...

Mi madre y el vendedor del mercado 2

Continúan las aventuras sexuales entre mi madre y su amante vendedor y yo también cómplice de este dúo cachondo. Es que tener la oportunidad de ver sexo en vivo, no se tiene todo los días.

MI MADRE Y EL VENDEDOR DEL MERCADO II

Había pasado ya un tiempo desde que descubrí, que mamá tenía una aventura con el vendedor del mercado. Y es que después de haber presenciado semejante acto, no solo pude satisfacer mi fetiche que tenía por ella (esto se remonta cuando era un niño ya que siempre me imaginaba a mi madre siendo besada o penetrada por mi papá, con ese pensar tuve mis primeras erecciones y desde entonces, hasta mi presente, ella era la musa de mis masturbaciones) y aparte comprendí...

La historia del jefe acosado por su secretaria 2

Mi nueva secretaria comienza a infectar como un virus todos los ángulos de mi vida, nada de lo que consideraba mío quedó a salvo de su presencia. La casa, la empresa, mi agenda, pero el colmo fue cuando comprobé que a esa morena no le había temblado el pulso al ponerse a organizar mi vida sexual.

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Al despertar, Altagracia se había ido. Sin saber si lo agradecía o por el contrario lo lamentaba, me levanté para irme a trabajar y ya en la ducha, supe que era una pena que no se hubiese quedado por lo mucho que me hubiese gustado enjabonar sus pechos mientras la mimaba. La tristeza de esa mañana mutó en alegría cuando al irme a vestir, leí la nota que me había dejado sobre la mesilla:

“Gracias por hacerme sentir tu negrita”.

Tras leerlo, sonreí y con renovados ánimos, salí a enfrenta...

Una noche diferente

La excitación y el deseo se mezclan con la sensualidad del momento tras una noche divertida con un final inesperado pero excitante.

Estamos en tu casa después de llegar de la gala a la que hemos ido juntos. Yo estoy sentado en el sofá y me pides que te baje un poco la cremallera del mono porque no llegas bien. Un poco, no demasiado, para que puedas continuar tu sola.

Te sientas entre mis piernas para que me sea más cómodo y yo, como quiero que dure estar tan cerca de ti, lo pienso hacer muy poco a poco. Levantas tu pelo para dejar la nuca libre y aparecen tus alas, me gustan, te lo digo y te sonríes. Hace mucho tiempo que no estoy...