Secretaria eficiente

Relato sobre las actividades secretariales de una mujer madura.

Una secretaria eficiente

Una tarde a media semana, sin nada que hacer, nadie llama por teléfono, nadie llega. A sus espaldas escucha la música que sale del privado de su jefe, aburrido también, y apenas son las cinco de la tarde y faltan tres largas horas para salir, en eso suena el teléfono, es su jefe: "¿Ana, puedes venir un momento", se levanta al momento y toma su bloc de taquigrafía y su lápiz, entra y cierra la puerta, ve a su jefe sentado tras en escritorio, descubre algo en la mirada...

La Mexicana: Flashback

Continúa la serie “La Mexicana”. Relato de uno de mis mejores polvos. Un ascensor, ella y yo

NOTA: A modo de introducción a la historia, es importante leer los relatos anteriores:

http://www.todorelatos.com/perfil/790735/

Prólogo: La Mexicana.

LA MEXICANA: FLASHBACK

Luego de instalar en mi casa a Sweetkitty, quien me visitará por una semana, y cuyo nombre real aun desconozco, habiéndonos conocido por Chat y durante las ultimas dos horas personalmente (muy personalmente, diría yo) tomamos un baño juntos y nos preparamos para el tour por Barranquilla.

Se viste con un...

Cayendo al vacío

Cayendo al vacío, de Caronte. Caíamos en el abismo de la droga, ella y yo.

3 de diciembre

Abro los ojos. Una sonrisa de medio lado cae de mi cara. Sigo derrumbado en la bañera, sin huevos ni cerebro suficiente como para levantarme. El agua que me cubre empieza a enfriarse. No me importa. En mi mente suena la misma música de todos los días y mis ojos ven a la mujer de siempre. Vanessa, mi dulce Vane... Se ve preciosa, sentada en el suelo, y con sus dos pupilas fijas en mí. Sonríe. Cosa de la mierda que lleva por las venas. Su sonrisa sigue siendo preciosa.

Vanessa...

Prologo: La Mexicana

Inicia la obra “Los viajes del erudito nocturno” con esta serie. Relato de cómo una hermosa mujer del D.F. y yo, nos lo montamos en la parte trasera de un taxi. Con taxista y todo. Estrella invitada: Sweetkitty.

NOTA: Puesto que es intención del autor ilustrar con suficientes detalles la historia antes de abordar las escenas eróticas, este relato ha sido dividido en 3 capítulos. Recomiendo la lectura del relato completo a quienes deseen seguir la obra, pero para los calenturientos que deseen saltarse los detalles y llegar directo al grano (por decirlo de alguna manera) se les sugiere empezar la lectura por el tercer y ultimo capítulo.

PRÓLOGO: LA MEXICANA.

Capitulo 1: Chat

Mi nombre es José M...

Ahora... me toca a mi

A pesar de creerme corrida en siete plazas, era bastante inocente, pues ¿A quién se le ocurre meterse borracha en una casa con seis hombres a los que acabas de conocer?, lo de corrida era por singona (del venezolanísimo verbo singar: tener sexo) pues a esa edad, diecinueve o veinte años, ya llevaba suficiente verga entre pecho y espalda, por lo cual me consideraba una veterana (puta vieja, no vieja puta que es diferente), pero evidentemente no lo era

Hola, soy Mari y aquí estoy otra vez, contentísima por sus comentarios, todos fueron positivos y estimulantes, espero no decepcionarlos con esta historia.

Era jueves en la noche, y yo como siempre en Ángel´s Pool, tomándome las cervecitas con mis amigos, a las ocho y media el sitio estaba full, pero a medida que pasaba el tiempo se fue vaciando, a las once ya sólo quedábamos diez en el bar; yo, sentada en la barra un poco mareada hablaba con Ángel (el dueño), pues como al final mis amigos me aba...

Una carita angelical (disfrutando a mamá)

Aquí les relato como me volví el amante de Natalia de forma amplia, la he disfrutado y también ella a mi, es una mujer divina.

Una Carita Angelical (Disfrutando con mamá)

De nuevo quiero empezar dando las gracias a todos, por sus criticas, que me sirven de mucho, a ti Caro por tu confianza, a Maite por darme la primicia de su relato, me gusto, gracias; y particularmente a ti Maggy tu sabes muy bien porque y espero verte pronto.

Pasaron algunos días con la rutina de siempre, solo que en esos días como les comente llegaba un poco tarde porque bien a bien, no estaban caminando las cosas en la obra, si ya teníamo...

Fiesta en el barco

Una despedida de soltero en un barco, una ciber amiga,... y ganas de pasarlo bien...

La fiesta, era una buena fiesta,… una despedida de soltero en un barco atracado a unas pocas millas de la costa, cena y la posterior discoteca con barra libre. Los dos salones del barco, estratégicamente organizados en una despedida de soltero y otra de soltera, se abrían después de la cena, para que los y las invitadas se unieran en la sala oscura que hacía de discoteca. Durante la cena, había corrido mucho vino por todas las mesas, y la gente ya estaba más que entonada cuando comenzó el baile. A mi,...

El sótano

El peligro de la muerte excita deseos inconfesables.

El bombardeo se intensificó; ahora los cimientos temblaron, chirriaron las paredes, y desde el otro lado del tragaluz roto llegaron los fogonazos, las vaharadas de polvo y el aullido de las sirenas. La ciudad se caía a trozos y el edificio también.

El contable ya no soportó más, ni el calor, ni el polvo, ni el hambre, ni esos aullidos horribles que anunciaban el final. Se tiró contra la puerta y arañó los bultos de la barricada, las sillas, las cajas de ladrillo roto, salió al mundo exterior y s...

Perdimos juntos la virginidad

Pero particularmente me llamo la atención una compañera llamada Lupita. No muy alta con un rostro bonito, morena apiñonada y un cuerpo que era la envidia de todas las compañeras del grupo. Se puede decir que tenía las medidas perfectas.

Perdimos juntos la virginidad

Esta es una historia que me gustaría compartir con ustedes. Fue en mis tiempos de estudiante universitario en México. Yo contaba con 23 años cuando ingrese a la Facultad de arquitectura en la UNAM. Ahí conocí a varias compañeras que tenían un poco de menos edad que yo, pero que físicamente representaban más.

Pero particularmente me llamo la atención una compañera llamada Lupita. No muy alta con un rostro bonito, morena apiñonada y un cuerpo que era la envi...

O segundo encontro

Voltando a encontrar Olívia.

O segundo encontro

Tinha ainda bem presente a primeira vez quando, passados alguns dias, Olívia me encontrou online. Mensagem curta e directa:

  • Olá... estou com problemas no "computador"... Ajudas-me?

  • Claro... diz só quando...

  • Mesmo dia da semana, mesma hora... aqui em casa. Podes?

E pronto, na semana seguinte lá estava eu apanhando o elevador para o 4º andar. Desta vez não fomos para a sala/escritório nem foram precisas pausas, nem música. Agarrámo-nos como náuf...