Noche en vela (1)

Yo solo era un chico normal y corriente de 18 años. No podía imaginarme lo que iba a pasar esa noche con la chacha... y mucho menos lo que iba a pasar los días siguientes.

Espero que les guste mi primer relato. Espero que me perdonen las erratas que encuentren, así como los fallos de expresión. Toda crítica constructiva es bienvenida. Disfruten (^_^):

Yo era un chico normal de 18 años. Tenía las aficiones que todo adolescente de mi edad: el deporte, los videojuegos, y hasta hacía un par de años la chicas, aunque aun no había conseguido tener una novia. Seguramente se debía a que era demasiado tímido, por el ambiente familiar que tenía desde los ocho años. Y eso f...

Carla y la puta de su hermana

Había conocido a expertas mamadoras de todas las edades, pero nunca había conocido a una glotona de la verga como Aroa. Era una auténtica guarra, una devorafalos en toda regla.

CARLA Y LA PUTA DE SU HERMANA

-¡¡Aaaaay-se reía-!!, ¡¡que me come, me come entera!!.

Entre abrazos y besos Carla recibió mi bienvenida de nuestro reencuentro. Dos años habían pasado, dos años sin vernos a pesar de vivir en ciudades contiguas. Al fin había podido ir a verla, y estaba más contento que unas castañuelas porqué yo estaba pero que muy loco por Carla. Era una de mis más grandes amigas.

-Luís, ¿te acuerdas de Silvia?.

-Sí, la recuerdo-dije al ver a una chica rubia de ojo...

Esto pasó ayer con un compañero de trabajo.

Andaba muy cachonda y quería una buena cogida.

Esto pasó ayer.

Desde que me desperté sabía que en la noche tenía que coger. Estaba caliente, quería me la metieran duro, rico, como la golfa que soy. Hace unas semanas tuve una fuerte discusión con mi novio porque encontró en mi celular unos mensajitos algo subidos de tono entre un compañero del trabajo y yo. Hace poco más de un año que tengo encuentros sexuales con él –coge delicioso- así que mi novio encontró varios mensajes. Evidentemente nos peleamos, yo le dije que era sólo un amigo y...

La noche de la realidad

La noche pasa y pasan cosas durante la noche. Delirante realidad de una calurosa velada de agosto.

A veces, follando con mi mujer, pensaba ¡joder, si ahora viene otro tío y me toma el relevo, a esta zorra todavía le quedaría energía para dejarlo fuera de combate al igual que ha hecho conmigo! Y es que a veces casi no hay modo de dejarla enteramente satisfecha; hasta el punto de que sospecho que los minutos que se encierra en el aseo tras el polvo los emplea para masturbarse.

Fantaseé con la idea de que dos hombres nos follásemos a mi mujer durante bastante tiempo. Pero sólo era fantasía...

El e-mail que cambio mi vida

Les voy a relatar la experiencia que tuve hace un tiempo con una compañera de trabajo

El e-mail que cambio mi vida

Les voy a relatar la experiencia que tuve hace un tiempo con una compañera de trabajo.

Todo la historia transcurre en una ciudad andaluza y su primer capitulo tuvo lugar en mi lugar de trabajo. Tengo que decir que soy informático y que trabajo en una oficina del centro de la ciudad.

Antes de empezar la historia tengo que decir que soy una persona normal tanto físicamente como en cuanto a carácter, por lo que suelo hacer amigos con facilidad y suelo lle...

Sin limites (1)

Mi mano se acercó a mi pene y al agarrarlo sentí un escozor que hizo incorporarme para ver lo que tenía mi parte más sensible. Una escocedura en el glande y otra en el prepucio eran las causantes del ardor que mi pito llevaba tiempo haciendo notar. Otra huella de la noche

Sin Limite I

Me daba miedo despertarme. No quería abrir los ojos y que la luz me devolviera al mundo físico, cuando lo que más necesitaba era descansar y no pensar. El cuerpo me dolía, la boca clamaba agua para que disolviera el estropajo que tenía en ella y mi cabeza se debatía entre el recuerdo de escenas anteriores y el golpeteo de un tampón contra mi frente con el título de indecente. A medida que me despejaba, mis terminaciones nerviosas se ponían de acuerdo para que entre risas de veng...

Por leer TodoRelatos en la Oficina

Mi jefe sospechaba… Intuía que cuando me quedaba sola en la oficina no hacía nada, creía que me la pasaba chateando y hablando por teléfono, pero se sorprendió al descubrir lo que hacía

Mi jefe sospechaba… Intuía que cuando me quedaba sola en la oficina no hacía nada, creía que me la pasaba chateando y hablando por teléfono, pero se sorprendió al descubrir lo que hacía

Una tarde, llama mi jefe a la oficina para pedirme un dato y me avisa que estaba por entrar a una reunión, que demoraría aproximadamente 2 horas en volver. Aproveché entonces para meterme en Todo Relatos y leer un par de historias, mis preferidas son las de sexo no consentido y las orgías. No habían pasado más de...

Profesor… y Julia la del molino

Luego tomada por el moño la obligo a pararse y camina hacia el dormitorio, no la dejo pensar, rápidamente desabrocho su vestido, el cual resbala hasta el suelo.

Profesor… y Julia la del molino Luego tomada por el moño la obligo a pararse y

camina hacia el dormitorio, no la dejo pensar,

rápidamente desabrocho su vestido, el cual resbala

hasta el suelo,

Llevo seis meses y en la escuela me avisan los profesores antiguos que ellos jubilan a fines de año y quien se queda a cargo de la escuela seré yo. Por lo tanto de aquí a tres meses tengo que aprender todo el rodaje de estar a cargo de la escuela.

Me acerco, ya que estoy solo a Julia,...

La chica de la calle

(En recuerdo a "Cazzique" y a su talento) Bajo su sucia apariencia parecía haber una hermosa chica: largas piernas, redonditas nalgas, carnosos labios, ojos color café y sedoso cabello negro hasta la mitad de la espalda.

LA CHICA DE LA CALLE

Después de trabajar me dirigí a mi casa en las afueras de la ciudad, me subí a la limusina y le dije al chofer que se fuera por el centro de la ciudad. Íbamos cruzando varias calles en las que se veía un sin fin de gente comprando cualquier cantidad de chacharitas, y en uno de los semáforos en que tuvimos que detenernos se acercó una chica de aspecto muy joven, yo la mire a través del cristal y pude notar su herencia indígena, su cabello largo y oscuro, sus ojos café de una...

Follando en la pensión

Hector necesita un sitio donde dormir en Paris. Encuentra a una atractiva mujer que alquila habitaciones y acaba follandosela.

Paris es la ciudad del amor. También lo es del sexo y de lujuria, pero sobre todo del erotismo. Por alguna razón, lo que en cualquier otro ambiente resultaría ordinario o vulgar, en Paris resulta artistico y elegante.

Hector lo sabía, y por eso, siempre que le era posible, organizaba alguna pequeña escapada a esa gran ciudad. Gracias a sus 20 años, la ciudad siempre le ofrecía alguna interesante aventura. Por alguna razón, la juventud suple muy a menudo a la belleza. Además, el discreto encanto...