Rocío me cuenta su negocio
Rocio y yo acabamos liados. ¿Que podría hacer?
Rocío me rogó que me la follase por la mañana, desde luego estaba a años luz de la imagen que yo, y bueno todo el mundo teníamos de la conservadora Rocío. La chica que en medio de los viajes pedia el sábado por la tarde que buscásemos un sitio para oir misa, la que vestia y vivía recatadamente.
- joder cabrón, ¿es que no te gusto? – me dijo mientras se tocaba su hinchado clítoris mirándome a los ojos y esperando que hiciese cualquier hombre que la tuviese en mi posición.
- No, senci...