El destino de Susana (6)

Susana se decide a visitar a su editor...

Enfundada en un corto vestido tejano que se sujetaba por el cuello dejando brazos, hombros y espalda al descubierto, con un bolígrafo en una mano y una calculadora en la otra intentaba, sentada en el sofá amarillo de su salón, cuadrar unos números imposibles. Con desesperación, veía que aquellos se negaban tercamente a seguir el camino que a ella le hubiese gustado.

Dejó bolígrafo y calculadora, tomó un humeante tazón que tenía sobre la mesita, al lado de mil papeles sin sentido, y se dejó caer e...

El destino de Susana (5)

De cómo una jornada playera puede convertirse en una pesadilla...

A duras penas y arrancando más de un berrinche a los conductores que esperaban, pudo Susana aparcar el coche. Palabras irónicas, miradas sarcásticas y algún que otro insulto acompañaron su sudorosa vergüenza mientras ponía el freno de mano y se le calaba el automóvil al haberse olvidado, con los nervios, de sacar la primera.

"Mecagüen...", rezongó para sus adentros, mientras temblorosa y con la llave en mano, salía al exterior. Una vez fuera, se dirigió al maletero y sacó de él una bolsa de mimb...

El destino de Susana (4)

Sólo a Susana puede ocurrirle lo más insospechado en un probador de una gran tienda de ropa...

Estaba sentada ante el editor, un hombre cuarentón, pero que seguía manteniendo cierto atractivo.

  • Las ventas del último ejemplar han sido magníficas – estaba diciendo – y han superado con creces nuestras expectativas. Parte del éxito también se debe a nuestra preciosa traductora... – añadió, mirándola fijamente.

Susana se sentía incómoda, y no sólo por estar sentada: ciertamente los halagos eran de agradecer, pero a veces le parecía notar como si el editor la estuviera desnudando con los...

El destino de Susana (3)

La boda de una amiga, las hormonas de Susana desbocadas.., ¿qué podrá ocurrir?

Acabadas de pintar las uñas, miró el reloj: ¡Dios mío! ¡Ya sólo faltaba una hora para que pasaran a recogerla! Rápidamente, descendió de la cama y se puso el sujetador sin tirantes a juego con sus braguitas marrones de volantillos. Se sentó entonces ante el espejo y empezó a maquillarse: el tono de las mejillas, la pintura de los ojos, las cejas y el carmín en los labios la tuvieron entretenida, al menos, veinte minutos.

Acabado todo eso, se miró triunfalmente: lo había conseguido, se veía bien...

El destino de Susana (2)

¿Cómo puede convertirse un amante cariñoso en un despiadado maltratador? Lee el relato y lo verás...

Mientras se pintaba las uñas de los pies, Susana entrevió bajo su blusa las braguitas marrones con volantes que llevaba puestas. Esto le trajo el doloroso recuerdo del día en que su novio, Francisco, la abandonó, porque ese día también las llevaba.

Era una mañana primaveral, espléndida; como siempre, Susana se despertaba antes y descendiendo con lentitud y lamiendo a la vez el cuerpo de Francisco, llegaba hasta su pene y empezaba a besarlo. Pronto éste entraba en una pequeña erección, para delei...

Moldeando a Silvia (30)

Joven empresaria es convertida mediante el chantaje en una esclava sexual

ADVERTENCIA

Esta obra contiene escenas de sexo no consensuado, sadismo, humillación, dominio y está orientada a lectores adultos. Si este tipo de cosas no son de su agrado o de algún modo hieren su sensibilidad deje de leer AHORA, después podría ser tarde. Por supuesto todas las escenas aquí narradas son de absoluta ficción y es voluntad del autor que nunca lleguen a ser reales. Cualquier comentario será bienvenido. (Absténganse de mandarme ficheros adjuntos porque NUNCA los abro)

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El destino de Susana (1)

Primero de una serie de desgraciados incidentes que llevarán a Susana a una vida no deseada.

La verdad era que aquella mañana Susana se sentía caliente, con ganas de notar las manos de un hombre sobre su cuerpo. Si bien era cierto que no hacía ni tres días que había estado con Javier, éste no la había vuelto a llamar, y eso que Susana no se consideraba fea, pero algo le ocurría con los hombres, y le duraban poco.

Se miró en el enorme espejo del pasillo: era alta para ser mujer, pues medía 1,78; su peso oscilaba entre los 58 y los 62; observó sus pechos, cuyos pezones se dejaban transluc...

Vivencias (1)

Después de pensarlo un tiempo... Ahí va la primera parte de mi relato...

Vivencias – 1ª Parte.

No sé hasta que punto se me dará bien el contar la historia, sin recrearme demasiado en detalles banales, pero lo voy a intentar.

Me llamo... Diré que José, aunque realmente no es este mi nombre. Tengo 38 años y una dilatada vida, tanto profesional, como dedicada al ocio.

Me voy a remontar momentáneamente a finales de los años ochentas, cuando gracias a mis ahorros del trabajo, me propuse irme el mes de vacaciones a algún país lejano. Mi destino final, y desp...

Mi ex pareja

Mi ex pareja un bastante zorra y poco complaciente.

No se como tratarte… si como mamona, puton, zorra, calientapollas, culo puta, paticorta, o quizás es mejor, simplemente Nieves.

Solamente unas lineas para decirte lo que ya sabes pero quiero confirmartelo.

Tu sabes que me enamoré de ti por tus preciosos ojos, eso te lo he dicho montones de veces, lo que mas me sorprendió fue en Benidorm al ver tu enorme culo. Te he dicho en varias ocasiones que tienes culo de puta.... de revistas pornograficas tipo Playboy, etc. esas que se utilizan para ha...

Cygnus...Vismund Cygnus (3)

No hay mal que por bien no venga... dicen.

III: atardecer

Salimos a pasear tomados de la mano. No hablábamos, pues al parecer tanto para el como para mi el paisaje era desconocido. A ambos nos gusto bastante.

Me sentí incomoda al recordar con los árboles los lugares y las veces que tuvimos sexo en lugares abiertos como cerros o parques. Decidí alejar esos pensamientos hablándole.

  • ¿recuerdas aquella vez que te pedí que salieras de mi vida? –

  • si -

  • ¿por que no me hiciste caso? –

  • por que no era eso lo que...