(4) Soy pobre, pero muy rica.
Mi novio desaparece de manera misteriosa. El padre Rufino me viola... y por fin descubro los placeres del sexo con otro monje.
(4) Soy pobre, pero muy rica.
El monje Pancracio nos pegó una gritada terrible, mientras nosotros acomodábamos nuestras ropas, me dijo que conmigo hablaría después, a Julián lo tomó de la oreja y se lo llevó al monacato, salí corriendo, desesperada, hasta mi cuarto, pero la puerta estaba cerrada, solo pude escuchar lo que Mario y Clara decían:
MARIO: No sea malita, Clara, déjeme meterle la verga por el culito.
CLARA: Ya le dije que no, Mario, no sea necio, la tiene muy gruesa y no me v...