A los pies de mis amigas (2)

Como soy sometido y nicole acaba teniendo el control

Nicole, tras ver que no me opongo al pie de su hermana parecia no salir de su asombro pero ana contó a su hermana que en su relacion con su ex el adoraba sus pies y que era ella quien mandaba en la relacion por eso supo ver eso

  • entonces ¿te gustan nuestros pies Rafa? -pregunto nicole aun extrañada

  • Si, pero por favor no digais nada por ahi, se que no esta muy bien visto

  • jajaja me temo que nuestro silencio tiene un precio - dijo anna - a partir de ahora y hasta que nos aburramos eres n...

Ana, la vecina 2

Continúan los juegos con mi vecina...

Durante varios días fue mi turno para espiar las idas y venidas de la vecina por mi casa, siempre con escasa fortuna. Pensaba que después de nuestra gran sesión de sexo, dispondría de un conejo que follarme cada vez que quisiera (o que tuviera ocasión), pero Ana se había vuelto invisible a mis ojos, ni siquiera coincidíamos en el portal o en el barrio. Ni un mísero vistazo a lo  lejos. Al imbécil sí que lo veía, claro, tanto en el instituto como en el barrio, pero no le iba a preguntar a él por su madre, cl...

Cuando te enamoras de alguien por sus zapatos (VI)

Marta le envía un sms para llevarle a un sitio. ¿A dónde querrá llevarle y para qué? Capítulo 6.

Recibí un sms de María que decía así: "Mañana tienes que acompañarme a un sitio, llevate los tacones guardados ;D bss". Así que al día siguiente, quedamos a eso de las 22:00, y me llevé los botines que me regaló guardados en una mochila. Nos montamos en su coche y nos dispusimos a ir a dónde quiera que fuera el sitio.

Una vez llegados al lugar, paró el coche y me dijo:

— Toma — sacó un pañuelo negro oscuro —. Quiero que sea una sorpresa, así que te lo pondré — me colocó el pañuelo en los ojos pa...

Cuando te enamoras de alguien por sus zapatos (V)

María llega por fin a casa. ¿Qué tendrá planeado hacer Marta?

"Toc, Toc". Marta estaba llamando a la puerta.

— Joder, que nervios... Vale, vale, respira hondo - me dije a mí mismo para tranquilizarne.

Abrí la puerta y allí estaba Marta, me saludó alegremente dándome dos besos y un abrazo. No debería de reconocer estas cosas, pero sólo con ese abrazo ya se me empalmó el pene. Además iba muy sexy, llevaba unos leggins ajustaditos y unas manoletinas negras.

— ¿Qué llevas ahí? — señalé a la bolsa que llevaba en la mano.

— Eh... ¿esto? No preguntes,...

Personal shopper (1)

Hace tiempo que me masturbo con la ropa íntima de Pilar, pero ahora su marido va a ser mi mejor aliado para disfrutar del morbo de una mujer ideal para cualquier fetichista...

*Llevo 15 años casado y a través de otra pareja conocimos a Luis y Pilar, una pareja con gustos muy afines a los nuestros y con quienes hemos hecho a lo largo del tiempo una gran confianza. Cuando estamos todos juntos hablamos sin parar de todo tipo de cosas, pero es cuando estoy a solas con Luis cuando sacamos algunos temas que van un poco más allá. Luis es muy inteligente, y no hizo falta que le comfesase que me gustaba su mujer. No fué una confesión en plan supersecreto, sino que él mismo me sacó un día...

Sabor Salado

Rosa, una jovencita viciosa, descubre los inexplicables placeres de mezclar su postre favorito con el semen de su dispuesto, comprensivo y complaciente novio.

Solía quedar para comer con mi amiga Amparo una vez al mes, más o menos. Aunque unos años mayor que yo, habíamos sintonizado desde el primer instante nada más conocernos y poco después éramos íntimas y confidentes, sobre todo en cuanto a sexo se refiere. Habíamos compartido novios, aventuras, lechos y todo junto en más de una ocasión, no había secretos entre nosotras. Éramos un par de cachondas siempre en busca de nuevas sensaciones y, la verdad, casi siempre era ella la que me enseñaba nuevos trucos o me h...

Los pies de Kim, la prima de mi novia

Esta es la continuación de la historia real de unas vacaciones inolvidables con mi novia en casa de sus tíos y primos. Recomiendo antes leer la primera parte de la historia, "Los pies de mi novia, su prima y su tía". Fetichismo de pies.

Cuando terminé mi ducha, me vestí y subí a la habitación donde estaba alojado con mi novia, me sentía aterrorizado de lo que podía pasar si mi novia se enteraba de lo ocurrido con las bailarinas negras de cuero de Kim. Al llegar vi la habitación de Kim cerrada y entre a la mía, allí estaba mi novia con actitud normal, eso me alivio un poco saber que Kim, no se había dado cuenta o no había contado nada.

Después de un rato allí metidos los dos en la habitación, bajamos a comer con toda la familia, Kim n...

Un día más a los pies de Lizzie

Hola a todos, les traigo un relato basado en una de mis fantasías, espero lo disfruten :P

Un día más, pero que podía hacer? Sólo seguir adelante esperando que los días pasen más rápido.

Desperté ese día sin ánimos, deseando únicamente que no pasara nada tan malo, que por la noche pudiera llegar a dormir de nuevo con el poco orgullo y dignidad que me quedaban. Claro que eso era pedir demasiado.

Era domingo, sabía lo que eso significaba. Ya habían pasado dos semanas desde aquel horrible día. Lizzie (Elizabeth, como estoy obligada a decirle) lo había descubierto. Mis calificaciones nunc...

Norah (2 de ...)

Acabo de explicar la 1º experiencia que tuve con Norah y su nacimiento al mundo de la dominación femenina.

La experiencia con Norah, 2ª parte de la 1ª cita.

Continúo narrando lo que aconteció con Norah en nuestra primera cita.

Había acabado explicando que ya me tenía ante ella de rodillas desnudo lamiéndole los pies al poco de conocerla en mi casa, estuvimos así un rato hasta que le pregunté si le apetecía probarse algún calzado de Ana, lamentablemente Ana calza un 39 y Norah un 41 !!!, (es la mujer a la que he lamido los pies con el número más alto), así que pese a los muchos modelitos que tiene Ana...

Bajo la mesa

Nunca pensé que aquella avería en su ordenador me proporcionaría una sesión de sexo tan morbosa.

Me llamo Fernando. Tengo cuarenta y dos años y trabajo en una gran empresa de seguros, donde me encargo del mantenimiento de los equipos informáticos.

Aquel día había quedado con Marta para llevarla al intercambiador de autobuses ya que su coche había sufrido una avería.

Marta era una mujer madura, de unos 55 años, morena, esbelta, algo rellenita, aunque su figura dejaba adivinar que fue dueña de un gran cuerpo hace veinte o veinticinco años. Por supuesto, jamás me había fijado en ella como muje...