Memorias de un 5 de octubre
"Su piel roza la mía con suavidad. Roza con tanta ansia que llegamos a convertirnos en uno. A lomos de la vida que Él me quiera proporcionar. A su entera disposición con el condicionamiento de que me siga mordiendo en la parte mas sensible de mi tren superior..."
Salimos del hotel cruzando la recepción. El mismo recepcionista nos despide con una sonrisa sincera.
+Joder, que amabilidad...
-Es su trabajo nena.
Ya lo se, Billy el rápido, pienso. Al salir por las puertas de cristal noto como el frío del invierno se adentra en mis mejillas, tan fuerte, que las sonroja. Entramos en Gran Vía. Me paro en seco a mirar los edificios tan altos que me rodean. Él me coge la mano y tira de ella como si tuviera prisa. Voy detrás de Él esquivando a la mult...