El postre se retrasa
Tras una opulenta comida, el gran postre se hace esperar demasiado.
La mesa estaba ricamente servida, con carne, pescado y frutas, con buen vino y relucientes dulces, auténticos lujos en la época oscura en la que estábamos viviendo. No era la mesa lo que más me atraía, de todas formas, aunque la disfrutaba con cada crujido de la comida que rasgaba mis oídos. Lo que más me atraía eran los dos jóvenes esclavos de mi anfitrión, el rico Sholas, el comerciante de armas más importante del Imperio que ya se precipitaba en el vacío.
- En estos tiempos hay que disfrutar....