Condenada (2)
En esta segunda parte de la introducción conocemos el destino de la protagonista. En los próximos capítulos veremos cómo debe afrontar su nueva vida.
Un estruendo de aplausos y vítores surgió espontáneamente en la sala, sobre los que se impuso el martillo del juez. El pueblo estaba contento, mientras que yo no me lo podía creer. Aquello era totalmente inaudito, era una condena reservada a los peores delitos: asesinatos, terrorismo, etc., era para auténticos criminales, no para nosotras. Sin duda, el juez se había dejado llevar por la opinión pública y quería convertir este caso en un ejemplo para la juventud... a nuestra costa.
Se había discu...