La hermana gemela

Se cuenta como es la vida, cuando en vez de a una esposa, uno tiene que corresponder por partida doble, con ella y su hermana gemela.

- Cariño, te acuerdas de mi hermana, la que vive en Londres , me pregunto mi esposa. Como iba a olvidarla, si parecían dos gotas de agua. Nosotros dos vivimos en la costa Levantina, desde hace ocho años, desde que nos casamos.

Mari es mi esposa, una morena de ojos marrones oscuros, con unas curvas de jovencita y una sonrisa como la de Angelina Jolie, con la que llevo una relación muy buena, estamos comprometidos y libres a la vez. Basta que el otro le dé permiso, para poner tener una rela...

Suspiros de Azúcar (04: Un juguete usado)

Verónica, una activa alumna del Santa Corona, descubre al chico-para-todo saliendo de uno de los dormitorios de sus compañeras. Mediante el chantaje, Verónica lo convertirá en su juguete sexual...

Aunque pertenecientes a una misma saga, los relatos de Suspiros de Azúcar pueden leerse de forma independiente, ya que cada uno aborda una temática distinta.



― Soy preciosa ―Verónica contemplada extasiada su propio reflejo.

― Es vergonzoso que la directora Mattia te consienta semejante capricho ―protestó de inmediato Sabrina. ¿Cómo era posible que una estudiante modelo como ella tuvie...

Una tesis muy concienzuda (1: El trabajo de campo)

Selina investiga para preparar su tesis, pero ya se sabe que la curiosidad...

Hacía mucho frío en Madrid, y la sensación se potenciaba por el hecho de que estaba totalmente desnuda y colgada por mis muñecas de una argolla que colgaba del techo, en una posición mucho más descansada que la que había tenido que soportar horas antes.

Y mientras esperaba que el látigo devolviera el "calor" a mi cuerpo, pensaba en qué diablos me había llevado a estar en esta deseada situación...

Tres meses antes...

1.

Me llamo Selina y acabo de terminar mi licenciatura en Soci...

No sé cuándo volverá

Una mujer espera.

No sé cuándo volverá. La última vez estuve esperándole unas tres horas, aunque en otra ocasión regresó a los quince minutos. Se me han dormido los brazos, pero siento el roce de las cuerdas en mis muñecas. No están muy apretadas, sólo lo justo para no poder desatarlas. Estoy completamente desnuda salvo por las medias negras que llegan hasta el inicio de mis rodillas. A él le encanta el color negro. Todo empezó esta tarde. Volvíamos de tapear con unos amigos. Nada más cruzar el umbral de la puerta se t...

La historia de Ana, incesto y prostitución 3

Continuan las aventuras de Ana como prostituta de su abogado y deseo sexual de su hijo. Pero le aguarda una dominación aún mayor.

La historia de Ana: incesto y prostitución III

Tamara se encontraba transpuesta tumbada en su cama cuando oyó a su hermano merodeando por la habitación. Eran las seis y media de la mañana y sabía que en breve comenzaría su turno. Encendió la luz de la mesita y se volvió boca arriba hacia él. Estaba desnudo, con el pene algo hinchado. Ambos hermanos se miraron con intensidad. Alberto la sujetó por los pies y muy despacio le abrió las piernas para poder arrodillarse en medio. El pene iba empinándo...

Mi esclavitud, mi chantaje, mi destino (10)

Mi vida como esclava al fin se inicia. Yo caigo es las profundidades de una vida consecuencia de mi chantaje, y del cual no lograré salir: la prostitución. Prostitución, esclavitud, caprichos y humillaciones son mi destino

Al fin llegó mi turno. El altavoz me anunció como "Jenny". Las chicas me levantaron de mi asiento de los brazos. Allí estaba yo, parada, desnuda y solo con tacones y mi collar de esclava. Entre todas me fueron conduciendo a la salida del camerino. Al abrir la puerta, se entraba a un pasillo angosto, como de cinco metros de largo y solo dos de ancho. Yo salí del camerino. En cuanto salí y vi la zona erótica del club, el lugar donde estaban los clientes y las mesas, sentí placer y vergüenza al mismo tie...

Castigo

Un Ama severa castiga a su marido/esclavo

La había pifiado y lo sabía. Su antes querida esposa y ahora adorada Ama le había ordenado recoger su ropa del tinte, pero con el trajín diario del trabajo lo había olvidado. Ella necesitaba la ropa para una presentación del trabajo al día siguiente y no la tendría. Al llegar a casa en vez de la bronca habitual acompañada de algún golpe que otro ella se mostró tremendamente triste; "Esta vez no voy a tener mas remedio que castigarte duramente para que nunca vuelvas a fallarme así..."

Cogió el te...

Déjame conocerte, Ocaso.

Miguel se lanza a intentar trabar amistad con Ocaso, pero su ama no está dispuesta a enamorarse de él, ni de nadie, como le recuerda en su tortura de cosquillas.

Lo había hecho. Me había atrevido. Me había acercado a Ocaso, no a Mariposa. Mi ama ya me había dejado muy clarito que nuestra relación era simplemente sexual, que no había nada más y nunca habría nada más.... porque, fuera de nuestros encuentros de dominación, éramos dos desconocidos, y tenía razón. Imbécil adoraba a Mariposa, pero de Ocaso, sólo sabía su nombre. Vistas así las cosas, lo mejor era que Miguel, y no Imbécil, intentase acercarse a Ocaso, y no a Mariposa, de modo que, a la hora del almue...

La historia de Ana, incesto y prostitución 2

Continúan las desavenecias de Ana en su nueva vida junto al bestia de su cuñado, emputecida por su abogado y su propio hijo

La historia de Ana: incesto y prostitución II

Ese mediodía Ana tuvo que soportar las miradas de su cuñado Tadeo mientras le servía la comida. Se había convertido en su criada y todo por un techo barato. Apestaba a alcohol y siempre estaba en casa con su mugriento albornoz de rizos, devorándola con la mirada. Luego tuvo que lavarle la ropa, plancharle los calzoncillos y hacerle la cama, todo ante sus ojos viciosos. Le imponía mucho respeto, tenía tan mala hostia que a la más mínima les pondría de...

La pobre Marquesa tetuda en la corte perversa 6

La Secretaria Real continua disfrutando de su hermosa Marrana sometiéndola a nuevos padecimientos y entrenándola en sus funciones de Bufona Real, un reclamo de su Reina las llevará la reino aliado para...

La pobre Marquesa tetuda en la corte perversa

Capítulo seis

Estoy extasiada, mi corazón no escucha tus lamentos, en cambio a mi sexo, le afectan hasta el delirio – susurra su ama acariciando su cara y besándola apasionadamente - sin embargo, hasta lo mas profundo de mi alma llega tu total entrega, mi hermosa marrana

La Baronesa rabiaba de envidia, entregaría la mitad de lo que posee por sentir, aunque solo fuera una vez, el poder y el dominio que Lady Edit gozaba sobre la b...