La aventura de la elfa cachonda 2

La entrega de la elfa Dara se hace total. Continúan la persecución de la asesina.

Vale, mi amiga no era yo. Yo tenía cierta debilidad por según qué tipo de gente, pero no me podía creer que mi amiga Sivir se estuviera entregando así como así a Vill como yo lo estaba haciendo. Claro, mucho me llevó entender que usaba sus armas de mujer para controlar a la sacerdotisa en cuestión. Poco importaba entonces porque para demostrar su entrega voluntaria, se arrodilló ante la hermafrodita. Sivir miró a Vill mientras agitaba su polla de un lugar a otro, arrepintiéndose por momentos de estar ahí de...

Feminizado en cuarentena por mi compi de piso VIII

Andrea se encierra en su habitación y busca conocerse más a sí misma navegando por internet

Finalmente noté que el cuerpo de Juan se tensaba y su polla empezaba a palpitar en mi boca, mientras esparcía chorros de semen en mi lengua. En ese momento me corrí. Tragué todo su semen y limpié bien su polla.  Después fui al baño a asearme y regresé a la cama tras colocarme de nuevo el cinturón de castidad. Volvió a besarme, estábamos agotados y además el vino nos había adormilado un poco. Nos quedamos dormidos a los pocos minutos.

Me desperté como a las seis de la mañana al sentir el cuerpo de Juan...

Necesito ser Sumisa una noche más

Una madre desesperada lee un relato que vuelve a sacar su lado como sumisa y vivirá una noche de locura con su nueva ama y con sus hijas en casa con el miedo y la excitación de ser pillada

En este relato os contaré mi historia, la historia de una sumisa que lleva reprimiendo su naturaleza más de 20 años y que necesitaba una noche más para ser la sumisa que siempre había sido.

Terminé de ver una película como tantas noches había hecho, pero aquel día era distinto, mi marido ya llevaba fuera una semana y sentí la necesidad de masturbarme, no lo solía hacer casi nunca y no por falta de ganas sino por falta de tiempo. Estaba en el salón mis hijas cada una en su habitación, decidí calentar...

Ainhoa y el narcotraficante

Ainhoa conoce a un narcotraficante y se enamora de él nada más verlo. Federico, el narco, buscaba una ayudante financiera y se encontró con una esclava

Esta es la historia de Ainhoa una banquera que trabajaba en la banca privada ayudando a invertir a multimillonarios y de cómo se convirtió en la puta de Federico, un importante narcotraficante.


Habla Ainhoa


El mundo del narcotráfico y del dinero siempre ha sido una de mis mayores pasiones, desde pequeña cuando veía en la TV las operaciones de la Policía en su contra siempre me indignaba porque pensaba que era injusto ir contra los que crean riqueza.

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Ainhoa y el narcotraficante capítulo 2

Segunda parte de la historia. Ainhoa pasa una revisión médica.

Recomiendo la lectura del primer capítulo para entender bien la historia.


Federico me dijo antes de darme un beso de despedida que el mismo conductor que me había llevado desde mi oficina en el banco hasta el restaurante, me llevaría a mi casa, aparte de que también se encargaría de mis desplazamientos cuando fuera necesario.

El Audi A6 me estaba esperando con el conductor dentro, sin preguntarme nada ni decir nada durante todo el trayecto, me llevó a la puerta de mi...

Sumisa de mi compañero de piso 2

No se como pasó pero me convertí en la sumisa de mi compañero de piso. una historia mas de las muchas que me llevaron a ser su sumisa

Era un dia cualquiera, sinceramente era uno de esos dias agotadores que uno solo quiere llegar a casa y descansar, dormir hasta que el cuerpo diga basta. Por eso no me esperaba la noticia de que esa noche iriamos a una fiesta.

sinceramente nunca habia pisado una discoteca en mis 26 años. Y no es broma, mis padres fueron muy estrictos y autoritarios, quiza por eso ahora lo que mas me atrae son las cosas prohibidas y salidas del cuadro normal de la sociedad.

llegue a casa del trabajo y al estar so...

La venganza es un plato que se debe comer frío III

Prosigue el aprendizaje de mi sumisa

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termino se bajó de la cama y se arrodillo a la espera de mis indicaciones me levante me puse mi batín, me acerque a María la cogí de los pelos la alce la cabeza para que me mirara y la dije

Yo Espero que salgas tan buena como ella y te aseguro que lo serás, aunque te tenga que sacarte la piel a tiras

Yo Clara prosigue con la enseñanza de María hoy tienes carta blanca para hacer lo que quieras menos, introducir nada ni en su coño ni en su ano, el placer de rea...

Gabriela va al cirujano

Es la presentación de uno de los personajes principales del relato publicado en la categoría de amor filial "Miriam y su padre el cirujano".

Esta es la presentación/descripción de Gabriela, una de las protagonistas del relato que estará situado en la categoría de amor filial de la web y que se titulará “Miriam y su padre el cirujano”, recomiendo que lo

leáis

también para entender el porqué de la presentación.


Habla Gabriela.

Soy una chica de 26 años, aún virgen debido a mis complejos con mi cuerpo, porque tengo las tetas pequeñas, tengo pecas en la nariz, uso gafas y llevo aparato dental y creo que...

Elena y Sonia ya viven juntas

Es la continuación del relato "Elena y la sobrina de mi socia", que se encuentra en la categoría de amor filial.

A partir de este relato, es la continuación de la serie de “Elena y la sobrina de mi socia” que se encuentra publicada en mi perfil; recomiendo su lectura para poder entender bien esta parte de la historia

La historia comienza donde acabó la anterior parte, cuando Elena y Sonia regresan del fin de semana en las fincas de Jaime y de José y ya van a empezar a vivir ellas dos solas porque Silvia, ahora #111 se regresa a la finca de José para empezar a ser su esclava sin casi límites.

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Esto hay que repetirlo

Después de la primera vez en el área de descanso, quieres repetir. pero quieres más.

ESTO HAY QUE REPETIRLO

(Primera vez en el área de descanso 2.)

Han pasado ya más de dos meses. Cada vez que volvemos del motel de carretera donde te gusta poner los cuernos a tu marido y pasamos cerca del área de descanso, sale la misma conversación. Lo morboso que fue… lo bien que te lo pasaste, lo emocionante… Siempre hablas de la misma historia.

Miras de reojo. Sé que quieres, pero no te atreves a decir nada. Lo deseas. Cada día más. Y no sabes cómo pedirlo.

Hemos parado varios dí...