La aventura de la elfa cachonda 2
La entrega de la elfa Dara se hace total. Continúan la persecución de la asesina.
Vale, mi amiga no era yo. Yo tenía cierta debilidad por según qué tipo de gente, pero no me podía creer que mi amiga Sivir se estuviera entregando así como así a Vill como yo lo estaba haciendo. Claro, mucho me llevó entender que usaba sus armas de mujer para controlar a la sacerdotisa en cuestión. Poco importaba entonces porque para demostrar su entrega voluntaria, se arrodilló ante la hermafrodita. Sivir miró a Vill mientras agitaba su polla de un lugar a otro, arrepintiéndose por momentos de estar ahí de...