La importancia de ser sumisa

Primera parte de la historia de como conocí a la sumisa que me completaba

TODO ES FICCIÓN Y NADA MÁS

Mientras la lefa salía de mi rabo y se desbordada por su coño la chica, que hace unos pocos días no conocía, se dejaba caer sobre la cama respirando profundamente.

Me estiré a su lado y empecé a observarla. Su pequeño y apetecible culo aún estaba enrojecido de mis azotes. Sus tetas se bamboleaban con su respiración. Su cara estaba desencajada por el orgasmo. Pese a ello lo que más me excito fueron las palabras que salieron de su boca.

-Amo, ¿Puedo limpiarle l...

Juego de morbo y peligro. cap02: la confirmacion

Parece que el lado oculto, de Deniela, esta tomando el control de la situacion, aunque aun, sin que nadie se entere de ello. Podra ocultarlo mucho tiempo a los ojos de los demas?. creo que es imprescindible leer el primer relato. gracias por los comentarios recibidos tanto publicos, como privados

el anterior relato terminaba asi:

Volvió al juego y vio que el tio de nuevo, había cerrado la partida despues de escribir “me haces esperar mucho, puta. Me e cansando de ti. No voy a perder mas el tiempo contigo, Adios”

.- la madre que lo pario, será cabron?¡

CONTINUARA…….

bien, aqui tenemos la continuacion:

Daniela pidio de nuevo partida y el tio la rechazo

“dios, no me lo puedo creer”

Volvio a pedir partida, y el tio esta vez acepto, y escribió “que cojones qui...

Hija de poli

Sí, soy agente de policía, ¿y qué?

Estoy excitada. Muy excitada. Llevo horas así, desde que Darío me ha convocado, pero es ahora en su habitación, cuando cada poro de mi piel supura. Mi garganta está seca pero mis labios están húmedos. Mis pechos están duros como piedras mientras mis pezones se me clavan como alfileres. Mi sexo emana flujos incesantemente, incandescentes, que noto resbalar sin control por mis ingles hasta mis nalgas.

He llegado como siempre exactamente a la hora que me ha ordenado. He cruzado su apartamento hasta la ha...

De lo que pudo haber sido 6

Penúltimo de esta serie.

Me pregunto qué clase de juego se trae entre manos ahora. Me inclino a coger la ropa de nuevo.

-No, desnuda. -su orden es baja y clara, medio ronca.

Camina hacia mí decidido, posicionándose justo al frente, tomando mi barbilla alzando mi cara hacia la suya.

-Tengo un secreto que te interesa. -observo sus labios moverse con lentitud, tranquilos.

  • ¿A sí? -susurro

-Pero tienes que ganártelo. -sus dientes se muestran cuidados.

-Creo que entonces no me va a interesar lo sufic...

Juego de morbo y peligro. cap01: el descubrimiento

Una jovencita aparentemente muy modosita, timida, y vergonzosa, esconde en realidad un lado oscuro, que oculta a todos. Pero ese otra cara suya, tiene demasiada fuerza para que pueda seguir ocultandola y controlandola durante mucho tiempo. Que pasaria si esa otra parte de ella, toma el control?

Hola de nuevo a todos. hace tiempo publique 3 relatos, que en principio iban a ser mas, perocuestiones personales (mi relacion con mi pareja acabo) hicieron que aquello se quedara en suspenso

3 años despues, me decido de nuevo a escribir, y aunque mi intencion es retomar la continuacion de aquellos 3 relatos, eso sera mas adelante. El relato (o la serie de relatos, segun la acogida que tenga) que publico ahora, nada tiene que ver con aquellos. De este y de sus continuaciones, he sido protagonista indi...

En la piscina Municipal

Tengo que confiar ciegamente en ti. Ni te conozco.

En la piscina municipal.

No recuerdo cómo eran las duchas ni los vestuarios. ¿Eran abiertos o cerrados?. Sí, si había cabinas. ¿Las duchas eran comunes? . Tu solo dices que vaya. Que será fácil.

Tengo que confiar ciegamente en ti. Ni te conozco.

En tus e-mails eres tajante. Tal vez sea esa sequedad, esas escuetas letras las que cargan tus mensajes de morbo.

“Lleva un albornoz con capucha. Entra y cuélgalo en la puerta de la ducha, que asome. Luego date la vuelta mirando a la...

Cómo me convertí en sumiso. Semana 2-3 Reescrito

Continuación de la fantasía heterosexual de un posible sumiso en la cuarentena.

Este relato es la continuación del titulado “Cómo me convertí en un sumiso”, se centra en la segunda semana de mi periodo de sumisión y relata los acontecimientos más destacables que sucedieron durante esos 7 días.

La segunda semana de sumisión empezó de la misma forma que ya comenzaba a ser habitual, me levantaba para ir a trabajar me aseaba y me ponía la ropa que mi mujer me había dejado preparada. Para este lunes me había dejado un tanga azul eléctrico en el que difícilmente podía ocular mis testíc...

De lo que pudo haber sido 5

Los secretos de Eliam

Nadie podría salir de una imagen así sin calentarse, sin que el placer relampaguee con un dolor sordo. Es imposible. Quiero arrancarle la ropa y devorarle, pero no estoy muy segura que sea mi mejor idea ni si él me lo permitiría.

-No hace falta que finjas- me lo susurra cerca de mi cara- lo he saboreado y puedo verlo. Gitana estás goteando-en su tono se entremezcla la burla con la satisfación.

Mi cara se sonroja. De pronto sus manos alzan la camiseta dejando expuesto mi pecho y la enreda alreded...

La hija del androide III

Autores: Edith Aretzaesh y Drex Ler. Capítulo III, Comando de lealtad “Se la fui metiendo poco a poco, sin detenerme, pero sin ser demasiado brusco. Tenía un poco de desconfianza de que al final ella pudiera arrepentirse…”

La hija del androide III

Comando de lealtad

(Novela por entredas, escrita en coautoría por Edith Aretzaesh y Drex Ler)

Relato escrito en coautoría por Edith Aretzaesh y Drex Ler para la Antología TRCL

Perfiles TR de los autores:

Edith Aretzaesh

http://www.todorelatos.com/perfil/1433625/

Drex Ler

http://www.todorelatos.com/perfil/1449183/

Aviso legal

**El presente trabajo se encuentra protegido bajo licencia Creative Commons, queda e...

Forzada con gusto en su cumpleaños

Tras la monotonía anual de cada cumpleaños, en aquella ocasión Sara se sorprendió por el regalo que le había preparado su novio

Año tras año, los cumpleaños de Sara eran una cena con sus amigas y amigos. Desde hacía más de diez años siempre era lo mismo.

Aquel año, su novio Luis decidió tirar la casa por la ventana.

Iniciada en la treintena, Sara se quedó sorprendida cuando su chico le colocó una venda negra tapándole los ojos y le dijo que llegarían al sitio donde le podría dar su regalo en una hora.

El viaje en el coche se hizo pesado con los ojos vendados, pero en cuanto el vehículo se detuvo, la joven estaba an...