Yendo al supermercado
Una futura ama y su futura esclava van de compras a un supermercado. Algo tan simple y cotidiano pero tan morboso esta vez.
Una página de internet de búsquedas lujuriosas nos había encontrado. Como dos amigas, nos fuimos a tomar un café donde nos conocimos. Ambas estábamos por llegar a los 30, ambas sin pareja y ambas con ganas irrefrenables de darle rienda suelta a nuestros deseos más inconfesables. Acordamos conocernos en la intimidad de a poco hasta que yo fuera su ama y ella, mi esclava.
Una noche de verano la invité a pasar la noche. Llegó a mi apartamento vistiendo un short de jean y una remera suelta, lo normal. T...