Sumisa en la calle (8: Posesión)
La última prueba. Final.
Los Primeros días, se sentía incomoda, observada y a veces ridícula. La sensación de ir llena y pinzada por la calle no le resultaba agradable, al menos mentalmente. Físicamente, después de un tiempo tuvo que reconocer que si le gustaba sentir esos objetos.
La presión en los pezones, aunque ligeramente dolorosa y la sensación de estar constantemente abierta, la mantenían excitada todo el día.
Cuando llegaba a casa y se quitaba todo, sentía alivio, pero la excitación seguía. No podía masturb...