En el apartamento do la playa III
La rutina se repite y Abel decide abandonar el apartamento pero eso no lo consigue y empeora las cosas para él.
Al día siguiente Abel se levantó pronto, se preparó el desayuno y se duchó decidido a escapar de los dominios de su madre, su tía y su prima; estaba buscando su equipaje, pero recordó que su Inés lo había colocado en el altillo de su armario, y Abel tenía miedo de despertarla; así que se metió en la ducha convencido de que tendría que ponerse nuevamente la ropa de travesti. Cuando se duchó, mientras se enjabonaba, el cuerpo le escocía otra vez; al parecer habían mezclado el gel que usó para depilarse con el...