¡Quién te viera y quién te ve!
Un hombre mayor rememora pajas infantiles
¡Quien te viera y quién te ve!
Esta misma mañana tuve que reírme de mí mismo. Peor hubiera sido sonrojarme, no hay duda. De haberlo hecho me habría delatado, sin querer, obviamente; pues hubiese dado a sospecha que, quien esto anónimamente escribe, tras su apariencia de formalidad, también pertenece -en oculto- a ese grupo de gentes que, en el siglo, se entretienen, se masturban, se relacionan y se corren en solitario, sin contacto carnal alguno, eso sí: exaltados por su imaginación y el cómplice rem...