Diario íntimo (5 y fin)
Último día en la finca. Culmen a unas excitantes vacaciones.
El Sol acaricia mi cara y escucho una voz a lo lejos que me llama. Intento abrir los ojos pero no puedo, lucho por despertar pero mi cuerpo no responde. Sólo unos cálidos y cariñosos besos en mi frente me hacen salir de la soñolencia.
Buenos días cariño, ¿has dormido bien?
Es mi marido. Abro levemente los ojos, y tras una profunda respiración le contesto:
Buenos días Antonio, ¿qué hora es?
Hora de que te tomes un desayuno nutritivo.
Mi marido me ha traído...