Compañeros de piso
La relación entre dos estudiantes compañeros de piso toma un cariz especial y extraño. El final queda abierto a las interpretaciones de los lectores y me gustaría saber que conclusión habeis sacado.
Elías, a pesar de ser también el casero, era un estupendo compañero de piso. Ambos éramos estudiantes desplazados a la ciudad desde nuestras localidades de origen. Elías disponía de un piso, que su familia que había conservado para este momento, no muy grande; pero suficientemente capaz para albergar a dos personas y había decidido compartirlo (estaba convencido de que sin el conocimiento de sus padres) como fuente adicional de ingresos y a mí me permitió tener, a un precio más que razonable, un lugar...