Viajando con mi primo (2)
Tras la vuelta a la ciudad tenemos que llevar la relación en secreto, a espaldas de nuestros familiares
Los siguientes días tras el viaje con mi primo me sentía triste, mal y sola. No solo se habían terminado esos días maravillosos sino que si ahora queríamos vernos, tendría que ser en secreto. Nada de pasear de la mano por las preciosas calles de Lisboa. Otra preocupación era que para Pablo solo hubiera sido una aventura y no quisiera tener una relación de pareja conmigo, pero no era así: me escribía, me decía que me echaba de menos, y que me quería. Con respecto a hacer el amor sin protección, al final comp...