Pueblo Sin Nombre (5)
Entonces sus manos se colaron de nuevo bajo sus bragas y pasaron por encima de su..
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Segunda sesión con Rosario
Por la mañana, antes de ir a visitar a Amiel, Tobías pasó a comprar el pan, un pan por el que no pagaba desde su trato con Rosario, pero él iba tanto por aquel rico pan como por su sonriente panadera.
—¡Buenos días Tobías!
—Buenos días Rosario! La mañana luce espléndida en un espléndido día y aquí me tienes de nuevo a demandarte mi pan nuestro de cada día.
—¡Qué bonito Tobías! —exclamó Rosario.
—Un poco cursi, ¿no? —dijo en voz alta Tobías....