La edad de la inocencia
Así que sí, soy Lara. Esa Lara que conoces, con la melena larga y castaña, ojos marrones oscuros casi negros que a veces brillan en tono azul cobalto y sí, ese par de tetas que parecieron brotar de un día para otro. Ojalá me conozcas y ojalá me imagines. Sentir el gusanillo cuando me cruce contigo.
Descubrí mi sexualidad por un descuido de mi padre e inocencia de mi hermano. Os diré que mi nombre es Lara, podría deciros que por razones obvias es falso, pero sería mentira. Os digo que todo esto, desde mi nombre hasta el último punto, es real. ¿Por qué? fantaseo que algún día alguno de los implicados se tope con este relato. De hecho, pensar que algún compañero de instituto, vecino o familiar me imagine haciendo lo que os voy a contar que hice, me pone a mil. Así que sí, soy Lara. Esa Lara que conoces,...