La monjita inocente 3

Las aventuras de un electricista y un amigo enchufado

Marianin el largo

El siguiente cliente fue un compañero de la obra donde trabajaba. Le llamábamos el Largo porque era un 'arao' más largo que un día sin pan.

Después de la frustración de la visita anterior que me quedé con las ganas de encular a la monja prefería, pese a poder perder las cinco mil extras, asegurarme de que ésta vez yo también iba a tener ración de culo y le pregunté francamente.

  • Marianin, ¿tú que talla calzas?

No pareció extrañarle nada la pregunta y no me cont...

Sor Inocencia 2

Aventuras y desventuras de una monja del sXIX

Mariano el vaquero

Fueron tales los deleites que me provocó mi hermana aquella noche que todos los días procurábamos compartir cama y en cuanto las voces de mis hermanos se apagaban los dedicábamos ambas a dar placer a la otra y es que hacía tiempo que Rebeca había exigido de mi la devolución de los favores que ella me había dado. Fue una gran suerte descubrir que colocándonos una sobre otra, con sus pies a la altura de mi cabeza y los míos a la de la suya, el placer era mayor porque podíamos dar...

Sor Inocencia 4

Aventuras y desventuras de una monja del sXIX

Una madre comprensiva

Una vez que Mariano el vaquero nos avisara de la inmunidad de que se te corrieran en el culo, todas las folladas con mi hermanito terminaban con él hundido hasta lo más hondo del culo de una de las dos. En muchas ocasiones, la hermana libre se ocupaba de beber el semen de Robertito directamente del ano de la otra lo que nos provocaba unos placeres tan morbosos que rápidamente exigíamos de mi hermano que nos volviera a aliviar el agujerito.

Por las noches ya éramos tres...

La monjita inocente 1

La historia de un electricista que la enchufa en el convento

Habituándome al hábito

Tenía por costumbre hacer de tarde en tarde, cuando el tajo en la obra me lo permitía, unas chapuzas extras a la gente del barrio en lo mío, que es la electricidad. Muchas de estas chapuzas las hacía en un colegio de monjas cercano a mi casa que, por mis tarifas tan económicas, les venía muy bien a las monjitas.

Una tarde de verano, poco tiempo antes de que empezaran las clases, me encargaron que revisara una instalación eléctrica de uno de los pasillos superiores.

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Sor Inocencia 1

Venturas y desventuras de una monja en el sXIX

Sor Inocencia

Mi nombre real poco importa porque hasta yo misma lo tengo casi olvidado desde que entré en el Convento y me rebautizaron con el nombre de Sor Inocencia nombre ciertamente poco afortunado como ustedes podrán comprobar. Pero a lo que vamos, soy un alma pecadora y por una extraña enfermedad estoy a la puerta de la muerte con tan solo cincuenta años de vida. Es por esto por lo que me he decidido a contar parte de mi vida en éstas páginas. Mantengo la esperanza de que las almas cándidas...

La monjita inocente 4

Puede que sea el final porque el electricista está seco

Elisa la mangosta

Salimos del colegio con un tufo a mierda que nos precedía y delataba. El Marianin iba como hipnotizado y solo atinaba a decir.

  • Como se lo cuentes a alguien te corto los cojones.

Yo, a mis cojones les tengo en mucha estima... pero el dinero es una bendición del cielo y conté la experiencia a todo aquel que lo quiso escuchar y es que había que dar publicidad al incipiente negocio en el que el destino - aunque supongo que el cielo también tendría algo que ver - me acab...