Sumiso nato IV Probando mi sumisión

Explico a mi madre y a mi hermana mi decisión de someterme a ellas para dejar que controlen mi vida y me utilicen como su esclavo. Mientras asimilan mi entrega y diligencia aprovechan cada vez mas, la autoridad que les doy sobre mí y comienzan a humillarme; pero yo, totalmente sumiso, no me resisto.

Mientras la sigo, siento un fuego que me arde por dentro. No sé cómo se supone que debo reaccionar o canalizar el fuego y el miedo que me invaden, es una situación completamente nueva, pero me pasará muy a menudo. - Quería estar predispuesto a recibirlas desde el principio -respondo mientras la sigo. - Vale, pero has estado aquí toda la tarde sin moverte, ¿por qué? - Es dificil de explicar, sencillamente me apetecía. - ¿Te das cuenta del tiempo que ha pasado? Podrías haber estudiado varias horas, con es...

Sumiso nato III: Asumiendo mi lugar

Sigo en la consulta de Celia, respondo al test que me entrega, muchas respuestas que indico son degradantes. Al llegar a casa no hay nadie, como muestra de sumisión y para hacerles ver mi actitud hacia ellas, las espero de rodillas el tiempo que haga falta. El control mental empieza en el cap. 8

``` - ¡Llaman a la puerta, tontito, si es el impresentable de tu amigo dile que estás muy ocupado!Yo estaba limpiando el baño y acudí rapidamente al telefonillo.- ¿Qué pasa, Aarón?- ¿Tió, puedes abrirme?- Ahora estoy ocupado.- Va, ábreme que quiero hablar contigo.Mi señora me enseñó un mensaje que escribió en su móvil."Ábrele de una vez al pesado éste."pero la cara que puso me dio muchoi miedo. *- Dile una grosería a ver si te deja en paz y si se pone impertinente... dale un empujó...

Sumiso nato II: La consulta de doña Celia

Convencido por la profesionalidad que doña Celia refleja en la web de su consulta, acudo a ella, aun desafiando la autoridad de mi madre, y le explico mi experiencia en la sociedad que ha desarrollado mis tendencias sumisas.

Sigo leyendo el perfil de Celia Navarro. Mi idea de la felicidad es muy simple. "Vivir en paz conmigo misma y con la gente que quiero, y sin criticar a las personas". Por ello, selecciono muy bien mis “batallas” reflexiono sobre ello y dedico un rato cada día a agradecer todo lo que tengo. No parece que haya perdido el tiempo, y aunque no tenga mucha experiencia creo que es una profesional muy competente y segura de sí misma. Miro las fotos publicadas de la consulta, el recibidor, la sala de espera con u...

Sumiso nato I: La decisión de susi

Allá donde voy soy el hazme reír de todas las chicas, mi familia, mis compañeras y mis profesoras. Me siento inferior al sexo femenino, por ello quiero ser esclavo de mi madre y mi hermana. Para ello acudo a una psicóloga, quien me ayuda a explicar mi deseo de ser esclavo de mi madre y mi hermana.

Son las 7:30, me levanto de inmediato. Subo rápidamente la persiana; parece un día perfecto. Me apresuro para ayudar a mi señora y su hija a prepararles el desayuno. No sé por qué, llevo toda la vida esforzándome a conciencia para ganarme el reconocimiento de mi señora, pero me cuesta mucho ganármelo, de hecho nunca me lo he ganado; las dos son sumamente exigentes, y esperan lo mejor de mí, pero siempre las decepciono. Me ducho rápidamente; intento centrarme en mi objetivo de complacer ni quiero ni debo d...

En el apartamento do la playa V

Felicia termina de comprender el control que tiene sobre su hermano y como su familia, no duda en esclavizarle, humillarle y torturarle. Pero el momento mas vergonzoso del sumiso es cuando acude a la gala de la urbanización.

Felicia tardó en comprender la inmensa superioridad de la que gozaba sobre su hermano; pero cuando empezó a asimilarlo no dudó en golpearle por toda la parte delantera del cuerpo.

Él trataba de subir; sufría muchi, muchísimo, pero no podía rebelarse; eso ya era impensable. Finalmente, él logró subir la mitad de su cuerpo, pero a duras penas y Felicia ni siquiera dejaba de agredirle, pues estaba plenamente convencida de que el sumiso era totalmente capaz de defenderse. En ese momento ya no se acordaba...

En el apartamento do la playa IV

El sumiso amplía sus horizontes, pues le hacen trabajar en el apartamento de una amiga. Finalmente, llega su malvada, cruel, prepotente y despiadada hermana, quien le hará sufrir mucho mas que cualquiera hasta el momento.

Alguien acababa de llamar; el joven estaba intrigado, aterrado, no sabía quien podría ser, o qué querrían de él. Abrió de inmediato y entró una hermosa joven, con mucha seguridad; desde el peincipio le estuvo dando empujones; Abel se vió obligado a retroceder; no solo estaba humillado por recibirla travestido, sino que también estaba lleno de impotencia, porque no fue capaz de defenderse ni de huir.

  • Muy bien, ¿donde tienes la vajilla?

  • En la cocina, pero en el aparador del salón tengo de mjor...

En el apartamento do la playa III

La rutina se repite y Abel decide abandonar el apartamento pero eso no lo consigue y empeora las cosas para él.

Al día siguiente Abel se levantó pronto, se preparó el desayuno y se duchó decidido a escapar de los dominios de su madre, su tía y su prima; estaba buscando su equipaje, pero recordó que su Inés lo había colocado en el altillo de su armario, y Abel tenía miedo de despertarla; así que se metió en la ducha convencido de que tendría que ponerse nuevamente la ropa de travesti. Cuando se duchó, mientras se enjabonaba, el cuerpo le escocía otra vez; al parecer habían mezclado el gel que usó para depilarse con el...

En el apartamento do la playa II

Por la tarde cada una sale con sus amigas, pero él se queda para realizar el resto de tareas de la limpieza y esperar a que vuelvan las féminas para seguir sirviéndolas. Cuando vuelve su tía le hace un regalo muy especial.

Cuando volvió entregó los helados y no volvió a salir, pues se lo habían prohibido.

  • Vale, ahora ponte a cuatro patas delante de mí, quiero poner mis pies sobre tu espalda, como si fueras un taburete – ordenó su tía.

Lo cierto es que no lo interpretó como una orden, porque el tono de su voz parecía mas bien como un favor; así que él se negó una vez mas.

  • Obedece – ordenó su madre de nuevo.

Su madre siempre se había mostrado la más autoritaria de las dos, así que por una parte se re...

En el apartamento de la playa I

Abel llega en autobús al apartamento que tiene su madre, quiere pasar unos días tranquilos con ella, su familia por parte de ella. Su familia va a la playa pero él tiene que quedarse para limpiar el apartamento. sin darse cuenta él es cada vez más...

Abel no había tendo vacaciones de verano hasta el mes de julio, pero su madre ya llevaba una semana, al igual que su tía y su prima; el cielo está despejado, está soleado y es bastante molesto para Abel que le daba de lleno a través de la ventanilla del autobús en el que viajaba. Se dirigía a una urbanización que la familia había eredado de su abuela.

Patricia había hecho una fiesta loca con sus amigas de la playa, se había levantado a las diez y media de la mañana, resacosa y sin ganas de hacer nada;...

Inducido por mi hermana VI A sus órdenes mi señora

Adela vuelve del viaje de fin de curso y entre las dos someten, humillan y torturan sin piedad al sumiso de la familia.

Gloria miraba anonadada a su hijo, quien parecía que había renunciado a su dignidad e identidad humana, hijo a cuatro patas sólo se atrevía a mirar hacia abajo. Sólo había estado unos días de viaje, unas semanas, pero a su regreso su hijo tuvo un cambio de actitud que nunca se hubiera imaginado; si lo había entendido, sea como fuere le habían enseñado bien,

  • Pero. ¿te ha drogado o qué? - preguntó incrédula aunque sonriéndo, mientras le acariciaba como si fuera un animal de compañía.

  • No, mi se...