Carolina y yo: su cornudo sumiso (VI: Contrato)

Este es el contrato que he firmado y que va a regir a partir de ahora mi vida como cornudo sumiso.

Y después de arrodillarme ante la polla que me había hecho cornudo y darle las gracias con besitos y diciéndole que estaba muy agradecido por lo feliz que me había hecho al hacerme cornudo, ella me ha cogido de la mano, me ha levantado y me ha llevado a la mesa de la cocina. Me ha mostrado un manojo de folios y me ha dicho que firme al final de ellos, sin leer. "Es el contrato de tu esclavitud a mí como cornudo sumiso –me ha dicho-, pero debes confiar en mí y firmarlo sin saber qué pone, cuál va...

Carolina y yo: su cornudo sumiso (V)

Ella ha conseguido que yo disfrute, arrodillándome ante la polla que me ha hecho cornudo para darle besitos tiernos y darle las gracias por hacerme tan feliz.

Así es que ahora llevo tatuado en un glúteo el número 000328 correspondiente a mi SRN (Slave Registration Number), de mi registro como Antonio Cornudo en el International Registry Of Slave de www.owk.cz/irs que permite que cualquier persona del mundo pueda entrar en esa página web y ver mi ficha, mis fotos y como mi mujer me humilla ante todo el mundo al describirme allí como "un cornudo sumiso que se humilla todos los días suplicándome que le ponga los cuernos, mient...

Carolina y yo: su cornudo sumiso (IV)

Ella me ha registrado en el Internacional Registry Of Slaves como su cornudo sumiso y cada día la amo más.

Y empezó el libro de fotos de las pollas que me hacían cornudo y una biblioteca de audio de "su cornudo", en la que guardaba las cintas que grababa mientras follaba con otros. Todos los días iba al trabajo con el walkman en el bolsillo y los auriculares en las orejas para que pudiera oír por la calle, en público, los suspiros y los gritos de placer que daba mientras la follaban sus machos. "Más, fóllame más, para que el cornudo aprenda lo que es un hombre de verdad y lo que necesita una buena he...

La puta y su cornudo (II)

Ella es puta y yo soy su cornudo, el cornudo de la puta.

Y así seguimos, yo con una anilla colgando de mi prepucio, un piercing que me impide penetrar a nadie y menos a ella, y mi mujer follando con todos los machos que vienen a visitarla, previo pago, claro. Aunque últimamente hemos añadido otro servicio: que el cliente pueda follarme también a mí, a los dos, en un nueva prestación para clientes bisexuales. Ella se sienta en la cama, abre los muslos, yo me pongo a cuatro patas y meto mi cabeza en su hermoso coño. Ella me dice entonces que le ofrezca...

Carolina y yo: su cornudo sumiso (III)

Carolina sigue demostrándome lo mucho que ama y lo que goza al hacerme cornudo.

A partir de entonces Carolina me metía en culo unas bolas unidas con un hilo para que cuando saliera a la calle las sintiera en todo momento y pudiera así sentirme cornudo a cada instante del día. Y cuando volvía a nuestro dulce hogar me obligaba también a ir desnudo por la casa vestido sólo con sus braguitas tanga transparentes que ella se quitaba y me ponía a mí, y así debía salir a abrir la puerta cuando llegaba su macho para follarla. El me saludaba muy respetuoso, muy amable, me daba los bu...

Carolina y yo: su cornudo sumiso (II)

Ella ha conseguido sacar lo mejor de mí, hacerme cornudo y sentirme feliz y satisfecho al estar casto por ella, por mi Diosa.

Carolina ha seguido montándoselo con su macho, con el portero de la discoteca, aunque con la salvedad de que ahora ella lleva en los labios de su sexo, junto al clítoris, un adorno de metal que se los cierra y del que caen dos cadenitas. Su macho le dijo que quería que lo llevara para recordarle a ella que era suya y para recordarme a mí, todos los días, al verlo, que soy un cornudo sumiso.

También adquirió por Internet un cinturón de castidad, el CB2000, que ella me puso porque, según su...

La puta y su cornudo

Ella le gusta sentirse golfa, puta, y a mí me lleva de la mano y me ayuda a conocerme, a sentirme como sumiso cornudo.

Rosa era una morenaza de pelo negro, esbelta, con unos muslazos de miedo, unas poderosas caderas y un culo duro, túrgido y prominente que se movía al caminar llamando a filas. Vestía siempre con pantalones ceñidos o con faldas muy cortas plisadas o con tablas, y que al caminar se movían al compás de sus andares y dejaban atisbar sus recios muslazos. Yo me enamoré de ella nada más verla en la cafetería en la que coincidíamos todas las mañanas y cuando se marchó después de tomar café, la seguí has...

Carolina y yo: su cornudo sumiso

Ella me quiere con toda su alma, lo sé y procura que nunca la abandone haciéndome su cornudo sumiso.

Carolina es una mujer espléndida, de armas tomar, tiene carácter, una personalidad muy definida y siempre ha sabido lo que quería en la vida. Es rubia, mide 1,68, y sus demás medidas son, según me dice, 90/60/90. Sus pezones son carnosos y turgentes y cuando se arregla sofisticada como señora, con su coleta suelta, los tíos se derriten al verla, y se vuelven siempre por la calle. Le gusta llevar botas de tacón y cuando aparecía ante mí para hacer el amor, se colocaba las tetas por encima de su b...

La divorciada negra y sus cornudos

Mi mujer es una divorciada negra que prostituye a sus cornudos maridos.

Rosa es elegante, lleva el pelito negro a media melena y es muy sofisticada en el vestir y en el trato. Y extraña. Sobre ella se contaban historias de viuda negra, mejor, de divorciada negra, y de hombres que salían con ella y que luego desaparecían. Ella es abogada y no se le conocen amigos. Vive sola en un chalecito de las afueras, con la única presencia de un mayordomo, Ambrosio, más mayor que ella. Yo la conocía al haber tendido que relacionarme con ella por los juzgados por los que se desen...

Carolina y su cornudo favorito

Ella es mi reina y yo sólo soy su feliz sumiso y cornudo marido.

Conocí a mi querida Carolina en Internet hace ya como dos años porque ella había leído algunos relatos míos en la página de todorelatos.com y le habían interesado algunos. Me escribió y le confesé mis más íntimos secretos, mis anhelos de sumisión a una mujer y que ella me hiciera cornudo como una situación natural. Ella me confesó que a su ex lo había hecho cornudo y que tenía experiencia en la sumisión de los tíos. Me fascinó desde el primer momento.

Ella es de Coruña y yo soy de Murcia. Me lla...