Cornudo y feminizado

Me animaste a que cumpliera mis fantasías más oculta y eso hice. Sin miedo. Confiando en ti. Hoy soy un sumiso cornudo feminizado que ve feliz como me pones los cuernos con tu jefe y me obligas a follar con otro sumiso, como si fuéramos dos lesbianas.

Sueño contigo y pienso que andamos ya casados y que has ido poco a poco adentrándome en tu mundo; en ese mundo que has creado para incluirme  en él con arreglo a tus deseos,  a tus fantasías. Porque todo comenzó un día que estábamos en la cama y tras ver que estaba muy excitado, que te deseaba, me preguntaste por mis fantasías. Yo no te hice caso, quise penetrarte y tú te apartaste y me dijiste que no, que antes tenía que confesarte mis fantasías; esas ensoñaciones que todos tenemos y que no solemos confesa...

Mis inicios como cornudo (sumiso)

No sabía que al comprar aquel consolador de cintura mi mujer me llevaría a una situación en la que me humillaba y me hacía cornudo, pero con mi consentimiento y un enorme placer. Desde aquel día todo ha cambiado en mi vida. para bien. Porque mi mujer me ama, de eso no tengo la menjor duda. Me ama c

Todo fui muy sencillo. Nosotros éramos una pareja normal, vainilla, que se amaba. De vez en cuando jugábamos a hacerlo en otros sitios, a cambiar posituras o roles e introducíamos juguetes como las bolas chinas. Pero un día te dije que te compraras un consolador de cintura. No sabía por qué te lo había pedido, pero me habías mostrado una foto de Internet en el que una chica lo llevaba y me habías preguntado si me gustaría que tuviera uno. Y te dije que sí. Y tú lo compraste, llegaste a casa, te lo pusiste y...

Ruleta rusa para el cornudo

Ya llevaba 7 días en castidad y cada día que pasaba me sentía más sumiso, más cornudo y más puta. Así que la castidad me hacía soñar con fantasías que escribía y luego te daba para que las leyeras, por si querías cumplirlas o no. Soy tu sumiso cornudo e impotente y tú lo decides todo.

Y en esa fantasía te contaba que ya estábamos casados, que  habíamos  tenido un hijo, por inseminación artificial, por supuesto,  pues yo no te he follado todavía ni jamás podré follarte, pese a que tú lo has hecho sinnúmero de veces.

-  Tu pito de cornudo sumiso no es digno de entrar en el coño de una Diosa –me habías aclarado.

  • Lo sé, mi Ama. Y lo acepto.

Y ahora quieres tener el segundo. Quieres tener otro hijo, aunque según el contrato que firmamos en esta ocasión eres tú la que decid...

Sandrita, la puta, y su esclavo cornudo

Te llamabas Sandrita y eras su secretaria. Eso me dijiste. Lo deseabas, era su puta, pero él estaba casado. Me escribiste para contestar a mi contacto y quedamos en una cafetería. Allí me explicaste que tenías 20 años, que eras su secretaria, su puta particular, su coño privado y que te morías de ganas por seguir siéndolo porque ser su puta era para ti un sueño. Pero también quería casarte y necesitabas un marido cornudo que lo aceptara.

Te llamabas Sandrita y eras su secretaria. Eso me dijiste. Lo deseabas, era su puta, pero él estaba casado. Me escribiste para contestar a mi contacto y quedamos en una cafetería. Allí me explicaste que tenías 20 años, que eras su secretaria, que eras su puta particular, su coño privado y que te morías de ganas por seguir siéndolo porque ser su puta era para ti un sueño.

Porque él tenía 51 años ya que a ti te gustaban los hombres muy mayores y además estaba casado y por eso eras su amante....

Diario del cornudo sumiso yoli (domingo y final)

Esta mañana te he despertado más tarde, cerca de las 11, porque hoy no trabajas y puede haraganear todo lo que quieras, porque además yo ya me había levantado, le había dado un repaso a la casa, te había preparado el desayuno y cuando te desperté lamiéndote el culo, ya lo tenía preparado en la bandeja.

Y cuando te he despertado con el placer de mi lengua, me he arrodillado al lado de la cama para sostener con mis manos la bandeja en la que desayunas y te he dicho que la castidad me hace que tenga los pezones tan sensibles y que me siento tan feliz en mi sumisión a ti, que me doy un pellizquito en ellos y siento una extraña sensación de sumisión, de querer llegar aún más lejos contigo a donde quieras llevarme.

  • Te suplico que no tengas piedad –te he dicho.

  • ¿Quieras que sea más crue...

Diario del sumiso cornudo yoli (sábado)

Hoy te he despertado como siempre, lamiéndote el culo y el coño con devoción, pasión y ternura, y tú has amanecido entre el placer del primer orgasmo de la mañana. Hoy además se cumplen 16 días de castidad, de completa castidad absoluta por ti, mi Ama y he batido mi propio record que era de 15.

Me alegro mucho por ti, yoli,- me dijiste-, porque cuanto más casto estás más puta eres y más cornudo quieres ser".

  • Lo sé, mi Ama, porque la castidad me tiene todo el día excitado pensado en ti; pensando en cómo amarte más aún de lo que te amo; pensado en cómo ofrecerme y postrarme ante ti, en cómo humillarme más para que tú goces porque verte gozar es mi mayor placer: un gozo inenarrable que supera a cualquier experiencia mística.

  • Lo sé, yoli, lo sé. Yo también te quiero, pero a...

Diario del sumiso cornudo yoli (viernes)

Hoy te he despertado como siempre, lamiéndote el coñito para que tengas un bonito despertar lleno de placer. Y luego te he ayudado a ducharte, a vestirte, te he preparado el desayuno y te he acompañado a la puerta para despedirte, recibir tus últimas órdenes y que tú compruebes que está bien cerrado el cinturón de castidad.

Y cuando estabas a punto de irte te he dicho que no te olvides, por favor, de que te amo, de que estoy muy enamorado de ti, que te necesito para vivir, para respirar porque soy feliz respirando el mismo aire que tú respiras, estando en la misma habitación que tú estás o esperando a que llegues para entregarme a ti y amarte.

Amarte sin fin, sin límite, sin obstáculos porque ninguna ley o norma podrá impedir que sea tu más sumiso esclavo cornudo. Tú eres mi ley, mi reglamento, mi Constitución y mi...

Diario del sumiso cornudo yoli (jueves)

Mi Ama María continúa adiestrándome en mi sumisión a ella y en la perfección y aceptación de mis cuernos consentidos. El jueves me obligó a reconocer ante mi amigo que soy un sumiso cornudo.

Los jueves

Esta mañana te he despertado a las 6, 30 como todos los días, para lamerte el coño y que tengas el mejor despertar; un despertar entre el placer y los espasmos de tu primer orgasmo de la mañana sobre mi cara. Y cuando te has corrido apretándome la cabeza contra tu coño y restregando mi cara contra él, me lo has agradecido con un beso en los labios, y un "te quiero" . Y un encargo: quieres que te prepare el desayuno, pero como tienes prisa y además no me he aplicado al lamerte el coño...

Diario del sumiso cornudo yoli (miércoles)

Sigue el relato semanal de mi vida como sumiso cornudo yoli, de Ama María. Esta vez toca el miércoles, cuando viene la madre de mi Ama, es decir, mi suegra, y ella también me domina.

Te desperté lamiéndote el coñito a las 6,30 de la mañana, como todos los días, porque tenemos un despertador con unos pequeños auriculares con los que yo duermo abrazado a ti, para que al sonar sólo lo oiga yo, sólo me despierte yo, y pueda así sorprenderte despertándote lamiéndote el coñito, si amaneces boca arriba. O lamiéndote el culo, si amaneces boca abajo. Y cuando conseguí que te despertaras, me relamí con los jugos mañaneros de tu primer orgasmo del día sobre mi cara y tú me diste un tierno be...

Diario del cornudo sumiso yoli (martes)

Mi Ama María es una preciosa joven de 28 años que me saca muchos años de edad pues yo rozo los 50. Ella luce 95 de pecho, pelo negro, piel morena con pezones gorditos y una anilla en el pezón izquierdo. Su vientre es plano y fuerte, por encima de su sexo depilado aparecen unos deliciosos labios carnosos a los que dan ganas de pegar tu boca y lamer desde el amanecer hasta que llegue la noche. Esta es la mujer que amo y que me hace felizmente cornudo. Gracias, mi Ama por hacerlo.

Hoy me he desvelado antes con el despertador que me avisa todos los días de la hora en la que te tienes que levantar, las 6,30, porque duermo con unos auriculares conectados a él para que el sonido no te moleste a ti y así pueda yo despertarte con delicadeza, sin el molesto timbrazo, y lamiéndote el coño o el culo, según amaneces. Si amaneces boca arriba te despierto lamiéndote el coño y si amaneces boca abajo, te lamo el culo hasta que te despiertas entre el placer de mis lamidas. Pero este dí...