Jeni y Rosa (2)

Donde comienza realmente mi calvario.

No pude contestar, bien lo sabía ella, había arqueado su espalda hacia atrás para hacer más presión e impedirme respirar, entonces… como en sueños oí la voz de Jeni que decía a su amiga, ten cuidado, no puede respirar, lo vas a matar. Al escuchar estas palabras Rosa se levantó ligeramente y en cuanto yo cogí un poco de aire repitió la pregunta y para ayudarme a decidirme pegó un nuevo apretón a mis bolas. Mi inútil experiencia, porque había vuelto a caer, me llevó a intuir que resistiéndome no tenía n...

Laura (8)

Donde la madre de laura entra en escena y termina esta historia.

Me sacó de la ensoñación y de la laxitud que invadía mi cuerpo castigado el sonido del timbre de la puerta de la calle; Laura cogió la llave, que tampoco era la segunda que me había enseñado y fue a abrir. Era su madre, la señora María, una mujer algo más baja que su hija, pero que debía pesar cerca del doble y debía ser fortísima porque, según me había informado mi ama, su madre trabajaba de frutera y movía las cajas de 20 y 30 kilos de fruta con absoluta facilidad, a veces pasaba varias horas al día...

Laura (7)

donde se masca la tragedia o, quizá, donde las cosas se ponen en su sitio...

Y yo elegí pelear, me lancé hacia ella como una furia; pensé en empujarla, tirarla al suelo y subirme encima; esta vez aunque llorase de verdad no la dejaría, pero, cuando casi la tocaba se giró quitándose de mi camino y empujándome ligeramente lo suficiente como para que me diera un golpe en la frente con el marco de la puerta y quedase algo despistado, en lo que tarde en reaccionar me cayó encima un puñetazo en los riñones y cuando arqueé el cuerpo hacia atrás me pasó un brazo alrededor del cuello a...

Laura (6)

El hombre es el único animal que tropieza dos veces en las mismas tetas.

Aunque no me había pasado nada particularmente grave, la situación en que me encontraba con Laura me resultaba de lo más incómoda, así que pensé cuándo me vuelva a retar a un pulso se lo echaré y si le gano me plantearé ir a pelear con ella, pero ahora con condiciones, que hasta el viernes no soy su esclavo, le gané el último pulso, hablaremos de igual a igual; con este agradable pensamiento pasé hasta la hora de la salida del viernes momento en que, cuando nos quedamos solos, ella se me acercó y, tal...

Laura (5)

De lo que me sucedió en el trabajo la semana siguiente.

No estoy seguro de cómo llegué a mi casa, quizá reptando, pero nada más entrar me desnudé, me tumbé en la cama y quedé profundamente dormido. Dormí por mucho tiempo, un sueño extraño en el que me encontraba en una isla desierta a solas con Laura, peleábamos y ella me daba una paliza terrible y, tras mi derrota, sometía mi cuerpo a todo tiempo de torturas y vejaciones, apoderándose de mi personalidad, convirtiéndome en un gusano; un sueño muy realista. Pasé como si estuviera en una nube el sábado y el...

Laura (4)

De como salí de su casa con el rabo entre las patas; ¡menos mal, había temido salir sin él!.

"Lo que quiera, soy la que manda, a menos que desafíes mi autoridad, en ese caso volveremos a pelear, ¿quieres que volvamos a pelear?" Negué vehemente, me dolían hasta las cejas, deseaba cualquier cosa menos volver a probar sus puños. Así, me mandó arrodillarme sobre la cama y poner el culo en pompa, ella cogió una zanahoria bastante desarrollada, la untó con crema y de dos empujones me la coló dentro. No me dolió tanto como esperaba, pero no tardé en saber que aquello era una especie de ensayo o prep...

Laura (3)

El deseo de veganza en caliente, la ira y la soberbia son malas consejeras, preguntádselo a él.

Por hacerla breve diré que perdí. Nadie lo habría dicho, iba ganando, la tenía acogotada, pero consiguió darme un golpe con un talón en el culo. Solté la presa y un aullido de dolor, tenía el trasero muy machacado; un golpe así, en otras circunstancias, ni lo habría notado; en las del momento me obligó a soltarla. Con una velocidad que me pareció sorprendente Laura me pegó tres bofetones de padre y muy señor mío que me marearon un poco, pero sobre todo me desconcertaron. Cuando me quise dar cuenta de...

Laura (2)

Un bobalicón algo prepotente cae en las garras de una compañera de trabajo.

"Bueno, bueno" dijo Laura acariciándome la cara, "sabes, acabo de comprar un perrito y tengo que educarlo ahora que todavía es joven y puede aprender. A ver, perrito", dijo separándose de mi, "sigue a tu ama."

Yo me quedé quieto y ella preguntó que pasaba, estúpidamente, le respondía que yo no era un perro, sino un hombre; ella hizo una mueca de sorpresa, como si no se hubiera percatado de eso, antes de decir: "Todos los perritos sois tontos; en fin, allá tú." Vino a mi lado y pasó cuatro dedos d...

Laura

Todo comenzó con algunas bromas y algún alfilerazo entre compañeros de trabajo.

Era compañera de trabajo, mucho más joven que yo y muy guapa, se llamaba Laura; nos caíamos bien, sonreía con un dibujo limpio y bonito, era de mi estatura aproximadamente y cuando nos mirábamos cara a cara tenía que reprimir mi impulso de acercarme y besarla. Se dio cuenta y, a veces, me provocaba. Yo, en esos casos, le decía que era mala y ella se reía mientras me preguntaba por qué y yo le contestaba que ella lo sabía de sobra, ponía morritos como si le disgustasen mis palabras y volvía a reírse. ...