Castigo en la playa-Relato corto
Follar en la playa esta bien, pero ver un castigo es mucho mejor.
Milienka era una chica un poco regordeta, pelo rizado y castaño. Pero tenía dos grandes pechos que levantaban algo más que pasiones. Sus nalgas eran el objetivo de muchas pollas que querían meterla justo ahí.
La sociedad del futuro es mucho más libertaría, en las playas, los hombres y mujeres pueden follar tranquilamente sin sentir pudor o vergüenza alguna. Todos gozaban de estar desnudos y no tener que cubrirse. Muchas chicas, jóvenes sobretodo, solían menear sus tetas a los hombres maduros que pasea...