La Virgen de Alba - capítulo 6
Rondará los veinticinco años pero no aparenta más de dieciséis. Una mujer en un cuerpo de niña, con el rostro más dulce e inocente que he visto jamás. El diablo no podría haber encontrado mejor escondite.
- El Cine.
Las visitas a la prisión no han de ser frecuentes para no levantar sospechas. También ha habido que encontrar el modo de llegar hasta Inés sin verla directamente y la mejor manera es haciéndome pasar por una buena samaritana.
—Bienvenida de nuevo, señorita Gelabert —me saluda la monja de la entrada con esa sonrisa suya que me hace recordar a mi madre cuando recibe invitados ilustres—. ¿Qué nos trae hoy? —Pregunta de rigor.
—Unas cuantas prendas de ropa para las presas....