Mi esposa 2

Los mirones se van acercando con sigilo. Las mujeres luchando con el ligero viento adoptan posturas irreales para mostrar lo mejor posible aquello que no se enseña.

Mi esposa 2

El caballero solitario y Karla

por Ramón Fons

Llamé a Pepe para invitarle a comer el domingo en el chalet de Mercedes y Luís.

-Busca alguna visita para el lunes y te vienes el viernes noche. Y olvídate de hoteles. En casa sobran habitaciones. Te envío una copia de la llaves por si llegas y no estamos en casa.

La semana transcurría lenta y aburrida. Trabajo y más trabajo. De eso se trata, no? De trabajar.

El viernes a eso de las 22 horas Pepe entró en casa con...

Con mi hermana 5

Mi madre se giró para ver que pasaba y nos pusimos a cantar Yellow Submarine. Mili se tragó mi corrida entera. No se podía manchar la tapicería.

Con mi hermana 5

fin de semana

por Ramón Fons

En aquel tiempo el coche que teníamos en casa era un Renault 4L. La calefacción del coche, si algún día la hubo no calentaba, de modo que mi hermana y yo viajábamos metidos bajo una manta.

Desde que empezamos a tener relaciones sexuales entre hermanos y con Mili, ésta solía venir a pasar el fin de semana a la casa que mi padre tenía alquilada en el campo.

Cuando viajábamos mi hermana y yo nos metíamos mano por debajo de la manta. El...

Mi sobrina y yo 3

Mi sobrina al caminar entre mesas y sillas iva encontrandose con manos, manos, manos y más manos que unas le tocaban el culo, otras le subían a los pechos.

Mi sobrina y yo 3

El desayuno

por Ramón Fons

Luís nos invitó a navegar aquel martes. Quedamos para desayunar y salir con el barco que tienen amarrado en Playa de Aro.

En la mesa que ya ocupaban Mercedes y Luís sólo habían dos sillas.

-Tío ya voy yo a por dos sillas- dijo mi sobrina

La vi pasar entre mesas y sillas ocupadas. Al fondo habían dos sillas libres. Me gustó como vestía. Bikini de sujetador de cortinilla amarillo con tanga de tira metida en el culo. El pareo que...

Con mi hermana 4

Mi hermana las frotaba, chupaba, succionaba la punta y bajaba hasta los huevos. Las alternaba. Supo cuando las dos iban a reventar. Lo hicimos a la vez. El río de leches saltaron por los aires y la boca de mi hermana las buscaba. Agarró las dos y las exprimió dentro de su boca y restregándolas por su cara.

Con mi hermana 4

De compras

por Ramón Fons

Me permito un salto temporal en el orden de los relatos, sin que sirva de precedente, porque estoy recordando una visita que me hizo mi hermana hace relativamente poco. Prometo seguir contando travesuras infantiles.

Cansada de aguantar al broncas de su marido mi hermana vino a casa unos días para desconectar.

En el camino del aeropuerto le comenté que saldríamos a cenar. Tenía por costumbre salir los jueves.

Dijo que no traía rop...

Con mi esposa 1

En el ascensor mi esposa me prefirió a mí. Se colgó de mi cuello y entrelazamos las lenguas. Busqué las manos de Pepe por el reflejo del espejo y las puse en los pechos de mi esposa. Llegamos al noveno. Las puertas se abrieron y cerraron. Permanecimos un buen rato en el camarín del ascensor.

Con mi esposa 1

El Caballero Solitario

por Román Fons

Aún no os he hablado de mi esposa. Es quince años más joven que yo. Bien formada. Uno setenta, con suaves curvas, pelo rubio oscuro algo ondulado apoyado en los ombros, noventa de pecho copa grande y es liberal como yo.

Casi cada jueves, después de cenar, vamos a tomar algo en una disco que por ser tranquila se está relajado.

Ultimamente, ya entrada la madrugada, aparecían famosos periodistas que intervenían en un popular sh...

Mi sobrina y yo 2

Tiró de los lazos del tanga y se repartieron dos delante y dos detrás . Quedó unos segundos con la tela metida entre las nalgas y la raja del coño.

Mi sobrina y yo 2

por Ramón Fons

Tenía previsto llevarla a la playa. Le pareció bien.

-Me verán el coñito recién depilado – dijo con voz de niña pequeña.

Ella tiene la voz algo ronca. Le da más personalidad y la hace más sensual.

-Y algo rojo, pero tranquila, ya te pondré cremita.

Se puso una blusa en color blanco de manga corta, muy fina que le trasparentaba los pezones y un tanga minúsculo color negro anudado en los lados y zapatillas de esparto con plataforma de vértig...

Con mi hermana 3

Me tumbé entre las cuatro rodillas y comencé a lamer coños. Ahora uno y ahora el otro

Con mi hermana 3

Al final les cobraré

Ramón Fons

Crecimos un año. Ya cumplí los dieciocho y mi hermana, aunque parecía mayor que yo. Pechos formados, caderas moldeadas y el culo respingado. Decía que era gracias a mí. Que leyó que si follabas a menudo se moldeaba el cuerpo. Pues si es cierto, hice un buen trabajo.

Cada primer sábado de mes nuestros padres salían con los tíos para cenar e ir al cine. Ésta era nuestra tarde noche.

Estábamos en plena faena cuando sonó el teléfono....

Mi sobrina y yo 1

Mi sobrina desnuda, tumbada sobre la mesa del comedor, el coño recién afeitado por mí, yo desnudo con una erección de caballo, una pareja de desconocidos mirando la escena. Que más se podía pedir.

Mi hermana se fue a Italia con la llamada del amor. Le duró veinte años. Luego aunque siguieron viviendo bajo el mismo techo cada uno tenía su vida.

Mi sobrina Elena, la mediana de tres, era la que más se parecía en carácter y forma de pensar a su madre y a mí.

Le prometieron que cuando cumpliera dieciocho años vendría a pasar el verano a mi casa en la playa. Mi mujer y yo, encantados de tenerla.

-Tío, es verdad que tú y la tía vais desnudos por la casa? Preguntó unos días antes de venir. ...

Delicia 2

De las dos bocas salía saliva. Malicia en ocasiones separaba la cara y limpiaba los líquidos con la mano. Volvía a perderse en Marcos.

Me preocupaba la repercusión que pudiera haber tenido aquella temeridad en el escaparate de su tienda. Pasaron varios dias y no supe nada de Delicia. La llamé. Propuse cenar el sábado. Dijo estar de acuerdo. Pulse el manos libres. - Te oye Marcos, anuncié.

-Perfecto. Supongo que cenaremos los tres.

-Claro!!! Contestó Marcos. Después del show la veía de otra manera. Ejem, ejem.

  • Como dices que te encanta cocinar, prepara algo en vuestro piso. Así me lo enseñais que igual le falta alguna lá...

Con mi hermana 2

Sólo se veía un centímetro de aquel pepino con rugosidades y protuberancias. Empujé con el dedo y entró todo el pepino. Era cómico, mi hermana con un pepino dentro del coño.

A mi hermana y a Mili les gustó nuestra primera experiencia. A mí me encantó. Mi hermana me tocaba por debajo de la mesa cuando comíamos y cenábamos. Se volvió adicta a mí. Cada vez que nos quedábamos solos en casa me atacaba.

-Nos morreamos? Preguntó.

Acepté.

Su boca era grande, jugosa y fresca. Su lengua larga. Aprendimos a hacernos lo que nos gustaba.

Después de los morreos seguían las comidas de coño y de polla por separado y luego en sesenta y nueve. Se volvía loca cuando le toc...