Liberada - guiando a la perdición XI - Final
Como estaba disfrutando de aquel joven macho, que había enloquecido por su cuerpo durante meses y que ahora no podía parar de follarla, cada vez más violenta y más enloquecidamente, penetrándola de un golpe salvaje hasta el fondo
Sergio se desacoplo flácido y agotado, totalmente sudado, cayendo tumbado al lado de Yolanda, recuperando el aliento.
- Ooohhh…buuuuufff…neneeeee, joder con la viagra...huuuummmmm….que combinación con tú juventud para mi bien….jajajajaja…..
Se giró riendo risueña, con su dulce y femenina voz, atusandose los cabellos de su perfecta melena, mientras sus divinas y perfectas curvas se ubicaban en toda su perfecta turgencia y firmeza.
- Vamos nene, recupérate un poco y ves al mueb...