La prima volta. ( la primera vez en italiano)

Esa era, por aquel, entonces mi tema favorito. Siempre que lo escuchaba trataba de imaginarme como seria hacer el amor.

Esa era, por aquel, entonces mi tema favorito. Siempre que lo escuchaba trataba de imaginarme como seria hacer el amor. Trataba de imaginarme que se sentiría  al ser penetrada. Como seria el tacto de un pene. ¿Me daría asco? ¿Sería capaz? Nunca había sentido un cuerpo desnudo pegado al mío. A mis 15 años solo las fantasías de mis  noches de insomnio  eran lo más cerca que había estado del sexo.

**Alguna vez me excite al notar la dureza en mi vientre de algún chico con el que baile un poco mas pegad...

Llevada por la noche.

Podía notar su dureza rozar mi vientre. Su aliento en mi cuello me hacía sentir escalofríos por todo el cuerpo .Sus manos en mi espalda, acariciando lentamente, me hacían cerrar los ojos para sentirlo más aun.

Podía notar su dureza rozar mi vientre. Su aliento en mi cuello me hacía sentir escalofríos por todo el cuerpo .Sus manos en mi espalda, acariciando lentamente, me hacían cerrar los ojos para sentirlo más aun.

Ni sé cómo se llamaba. Lo había conocido hacia un ratito en la barra. Me invito a una copa, me callo simpático. En su dedo quedaba la marca de un anillo de casado. Poco me importaba. Yo era libre, el problema era suyo.

Había salido dispuesta a ligar esa noche y, si podía, no se me iba a es...

Aquellos ojos azul cielo.

La maldita ametralladora se me estaba clavando en el hombro. ¿Quién me mando a mí alistarme en el ejército? Con lo agusto que estaba yo en casa.

La maldita ametralladora se me  estaba clavando en el hombro. ¿Quién me mando a mí alistarme en el ejército? Con lo agusto que estaba yo en casa. A estas horas estaría tumbada en el sofá viendo una buena peli y disfrutando de una Coca-Cola fresquita.

Pero no, mis ansias de aventura me hicieron apuntarme a esta locura que desencadeno en una guerra. Estaba teniendo más aventuras de las que podía digerir.

Llevábamos andando desde el amanecer, puede que 30 kilómetros o algo así, habíamos cruzado una...

Sola

Hundida. Desesperada. Abrazada a mi almohada en la soledad de aquel cuarto, que hoy, se me antoja gigante.

Sola. Hundida. Desesperada. Abrazada a mi almohada en la soledad de aquel cuarto, que hoy, se me antoja gigante.

Lagrimas de cristal agrietando mis mejillas, agujeros sin llenar del corazón.

Te habías ido, me habías dejado  y el dolor era tan intenso, como el vacio, que habías dejado.

Me dormía, y en mis sueños, estabas tú. Desnudo, acariciándome por enésima vez. Haciéndome tuya .Partiendo  mi piel en dos. Arrancándome  del alma gritos de placer  y ríos de luz que eran aquellos orgasmos. ...

Con mi joven vecino

Llegue a casa cansada. Una larga jornada. Un día de los que no pasan. El reloj parece arrastrarse para contar los minutos.

Llegue a casa cansada. Una larga jornada. Un día de los que no pasan. El reloj parece arrastrarse para contar los minutos.

Un jefe imbécil. Pagado de sí mismo. Vanidoso. Orgulloso y llorón.

No veía la hora de salir de aquél lugar, si no fuese porque no tenía otra fuente de ingresos…

Tire las llaves sobre el mueble del recibidor. El bolso a la percha.

Un zapato por aquí.

Otro por allá.

La camisa medio sacada de la falda y, la falda, desabrochada a medias.

Entre en la...

Mas de lo que esperaba

Primero las braguitas. Color negro. Después un sujetador a juego pero muy transparente.

Primero las braguitas. Color negro. Después  un sujetador a juego pero muy transparente.

Un liguero a juego para las medias.

Rebusque en el armario… ¿Dónde la puse?....aquí  esta. Mi minifalda negra ajustadita. Cortita…muy cortita.

¿Y para la parte de arriba?...No sé, quizás la blusa malva transparente---o mejor… la roja fuego que tiene más escote.

Me decidí por la roja.

Unas medias transparente que se deslizaron suaves por mi piel recién depilada.

Los zapatos rojos, haci...

Solo con una palabra.

Mírame.-Le dije mientras me bajaba lentamente las tirantes de la camiseta dejando poco a poco mis pechos golosos al descubierto.

Mírame.-Le dije mientras me bajaba lentamente las tirantes de la camiseta dejando poco a poco mis pechos golosos al descubierto. Sus ojos se clavaron en mis pezones y casi podía sentir como me quemaba su mirada.

Permanecí allí parada a los pies de su cama. Terminé de sacar la liviana blusa y solté el primer botón de mi falda. Ella, mientras me miraba algo perpleja, no se atrevía a decir nada. Sólo miraba. Segundo botón y mi cadera quedaba al descubierto mostrando la cinta de mi tanguita negro.

N...

Frente al espejo

Me mire al espejo, coqueta, no estoy mal. Mis pechos pequeños pero duros, de pezones marroncito oscuro. Mi vientre plano, pese a la edad, 33 los que adornan mi osamenta.

Me mire al espejo, coqueta, no estoy mal. Mis pechos pequeños pero duros, de pezones marroncito oscuro. Mi vientre plano, pese a la edad, 33 los que adornan mi osamenta. Mis caderas son rotundas, de esas que se dejan acariciar. Mi culo no muy grande pero respingoncito, como les gusta a ellos y ellas. Mis piernas esbeltas y largas. Mi pelo negro y algo rizado, cortado en melenita. Mis ojos almendrados, color miel, no muy grandes pero tampoco pequeños. Mis labios sensuales, gruesos, calientes.

Me vuelvo...

En un lugar extraño

Estaba como ausente. ¿Qué hacía yo allí?, un local oscuro, con música. ¿Cómo me había dejado convencer para ir? pero en fin, allí estaba. Sentada en un taburete de la barra, con mi minifalda y mi blusa negra.

Estaba como ausente. ¿Qué hacía yo allí?, un local oscuro, con música. ¿Cómo me había dejado convencer para ir? pero en fin, allí estaba. Sentada en un taburete de la barra, con mi minifalda y mi blusa negra. Las piernas cruzadas dejando ver por debajo todo el muslamen.

A mi lado mi novio, Fernando, alto, guapo, de tez morena y ensortijado pelo negro, vistiendo un traje de chaqueta blanco y camisa negra, conversaba animado con otro hombre a quien no conocía. Algo más bajo que mi novio, vestía un apret...

Cosas del autobús.

Se pego más a mí con la excusa de la mucha gente que llenaba el autobús. Gire mi cabeza como pidiendo explicaciones y él se encogió de hombros señalando a su alrededor. Un “lo siento" tímido escapo de su boca mientras bajaba los ojos.

S e pego más a mí con la excusa de la mucha gente que llenaba el autobús. Gire mi cabeza como pidiendo explicaciones y él se encogió de hombros señalando a su alrededor. Un “lo siento" tímido escapo de su boca mientras bajaba los ojos.

Se encontraba literalmente pegado a mi culo y no nos podíamos mover. Ésa era la verdad.

La carpeta que llevaba en el brazo se me clavaba en el costado y gire un poco para aliviar la presión. Ciertamente la carpeta dejo de clavarse pero mi culo quedo justo dela...