Messalina II

Ya el sol calentaba alto, casi pasada la cima de su órbita. De la calle llegaba el rumor de carros y gente. El domus aparecía como sumido en un silencio apenas roto por el chocar del agua en las fuentes del jardín.

Ya el sol calentaba alto, casi pasada la cima de su órbita. De la calle llegaba el rumor de carros y gente. El domus aparecía como sumido en un silencio apenas roto por el chocar del agua en las fuentes del jardín.

Un ligero aroma a viandas recién preparadas en la cocina  le hizo abrir los ojos. Sentía el hambre en su estomago.

Su cuerpo, casi dolorido, comenzó a estirarse dejando sus pechos apuntar al techo como queriendo rayar el aire cargado de la estancia. Bostezo  y se froto un poco los ojo...

Messalina

El frio mármol de las paredes proporcionaba cierta frescura a la estancia. Una luz trémula de candelarias hacia bailar las sombras de las columnas Grandes cojines aparecían dispersados sobre el inmenso salón alojando a los comensales, dando comodidad a la frialdad del suelo.

El frio mármol de las paredes proporcionaba cierta frescura a  la estancia. Una luz trémula de candelarias hacia bailar las sombras de las columnas Grandes cojines aparecían dispersados sobre el inmenso salón  alojando a los comensales, dando comodidad a  la frialdad del suelo.

En un arco central de una pared, se perfilaba perfectamente la silueta de la gran sacerdotisa. Su vestido de seda dejaba ver al trasluz la sinuosa imagen de su cuerpo inmaculado.

Un intenso olor a incienso y sándalo perfu...

Una mera espectadora-

A veces, muchas veces, ni siquiera sabes el porqué pasan las cosas, solo pasan. Puedes ser espectadora o personaje, a veces ambas cosas a la vez. Estás allí, parada o activa, depende del papel que te toque representar en ese momento. Pero el hecho es que estas.

A  veces, muchas veces, ni siquiera sabes el porqué pasan las cosas, solo pasan. Puedes ser espectadora o personaje, a veces ambas cosas a la vez. Estás allí, parada  o activa, depende del papel que te toque representar en ese momento. Pero el hecho es que estas.

En aquella ocasión, como en otras, me consideraba una mera espectadora. Casi escondida en la oscuridad, como si no quisiese estar allí pero deseando estarlo.

**Podía, desde mi palco creado, contemplar la escena casi sin rubor. Al...

Por una vez.

¿Por qué negarlo? ¿Por qué no contarlo? ¿Por qué esconderme en la mojigatería de “lo normal”?.A fin de cuentas ¿Qué es lo normal? Ser mujer, hacerte mayor, casarte, tener hijos, una vida sexual más o menos complacida, ¿Qué es lo normal?

¿Por qué negarlo? ¿Por qué no contarlo? ¿Por qué esconderme en la mojigatería de “lo normal”?.A fin de cuentas ¿Qué es lo normal? Ser mujer, hacerte mayor, casarte, tener hijos, una vida sexual más o menos complacida, ¿Qué es lo normal?

Crecí en un pueblo pequeño, de esos en el que ventanas se entreabren y dejan ver en la penumbra ojos curiosos y quizás mal intencionados, o quizás solo carentes de más diversión de cotillear el ir y venir de algún vecino o vecina.

Llego mi adolescencia en ese sof...

Un dia de playa

El agua estaba un poco fría para mi gusto así que salí pronto del mar. Apenas un baño rápido y corrí hacia la toalla calentita que me esperaba sobre la arena.

El agua estaba un poco fría para mi gusto así que salí pronto del mar. Apenas un baño rápido y corrí hacia la toalla calentita que me esperaba sobre la arena. Era reconfortante sentir el calorcito en la espalda y la cara al mismo tiempo cuando me tumbe sobre ella. Dejé pasar unos minutos para que mi cuerpo se calentara. Una brisa suave se empeñaba en seguir enfriándome y mis pezones casi dolían bajo el bikini de duros que se habían puesto.

Decidí quitarme la parte de arriba y que el sol bronceara mis...

El profe de historia (parte dos)

Aquella tarde se repitió en mi mente por muchas noches. Cada gesto, cada sensación, cada poro de aquella piel se quedo como tatuado en mi mente y era inevitable recordarlo y no ponerme a mil

Aquella tarde se repitió en mi mente por muchas noches. Cada gesto, cada sensación, cada poro de aquella piel se quedo como tatuado en mi mente y era inevitable recordarlo y no ponerme a mil. Si cerraba los ojos podía sentir en mi boca el sabor de su miembro taladrándome hasta la garganta, podía sentir sus dedos jugar con los pliegues de mi sexo. Todo  se repetía en mi mente una y otra vez, como un cine sin fin.

Ni sé cuantas veces mis dedos jugaron con mi clítoris en la soledad de mi cuarto recordand...

El profe de historia

Sabía que me estaba mirando. Desde la corta distancia que separaba mi pupitre de su mesa podía sentir el calor de su mirada clavada entre mis piernas

Sabía que me estaba mirando. Desde la corta distancia que separaba mi pupitre de su mesa podía sentir el calor de su mirada clavada entre mis piernas, ligeramente abiertas mostrando la braguita transparente que dejaba poco a la imaginación.

Su voz me llegaba como entrecortada, apenas si sabía de qué estaba hablando desde su mesa de profesor. Mi mente calenturienta de 17 primaveras corría en morbosos paisajes de sexo salvaje y sudor, de lenguas traviesas y durezas en mi interior.

Me ponía, me pon...

La musa de un pintor.

El dinero no me llegaba, como a casi todos los estudiantes. Pagar universidad, el piso, la comida, las copias y demás gastos eran muchos para el poco dinero que mis padres me podían mandar.

El dinero no me llegaba, como a casi todos los estudiantes. Pagar  universidad, el piso, la comida, las copias y demás gastos eran muchos para el poco dinero que mis padres me podían mandar. Así que Empecé a buscar la manera de aumentar mis ingresos, aunque solo fuese una pequeña ayuda.

**Mire por los carteles del campus las distintas ofertas que colgaba la gente. Cuidar niños, pasear perros, copiar apuntes,  y un sinfín de cosas. El dinero que ofrecían no era mucho y me robaría demasiado tiempo pa...

Mi mejor amiga, mi amante.

Me pare un momento a pensar si aquello que me disponía hacer sería una buena idea. Me gustaba, me gustaba a rabiar.

Me pare un momento a pensar si aquello que me disponía  hacer sería una buena idea. Me gustaba, me gustaba a rabiar. Su pelo, su voz, su boca su cuerpo, todo en ella me hacia estremecer solo de pensar tenerla entre mis brazos.

Nos conocíamos desde pequeñas. Juntas fuimos al cole por primera vez, juntas inventamos mil juegos en los recreos, juntas despertamos al sexo, juntas habíamos compartido secretos íntimos.

Ella nunca había dejado entrever nada que me dijera que le gustasen las mujeres, pero...

Mientras escribía un relato

Estaba sentada delante de mi ordenador. Tenía un montón de ideas rondando la cabeza pero nada con sustancia. Quería escribir un buen relato erótico pero nada de lo que se me ocurría me parecía bueno.

Estaba sentada delante de mi ordenador. Tenía un montón de ideas rondando  la cabeza pero nada con sustancia. Quería escribir un buen relato erótico pero nada de lo que se me ocurría me parecía bueno. Escribía alguna cosa y la borraba de inmediato. Parecía como si las musas hubiesen pasado de mí esta noche.

Me levanté dispuesta a  darme una ducha y ponerme más cómoda. Llevaba en casa un buen rato desde que llegue del trabajo y aun no me había duchado, si siquiera me había cambiado de ropa.

Me de...