Esther, mi mujer, es una puta 6

Cada vez la situación es peor para el matrimonio formado por Pedro y Esther, cada vez menos límites.

Tras la experiencia con el viejo asqueroso pasaron varias semanas, en las que no faltaron crios pijos, viejos, gordos, calvos, que usaran a Esther como quisieron, algunos pagaban el plus de camarero para simplemente reirse de mi mientras follaban a mi esposa, reconozco que la oí gemir bastantes veces, exactamente igual que gemía cuando haciamos el amor en nuestra vida pasada.

Cada mañana , al recoger las bolsas de basura de las habitaciones , la veía. Normalmente era ella la que me entregaba la de la...

Esther, mi mujer, es una puta 5

Más degradación en el día a día de esta pareja obligada a prostituirse.

Varios días después, con una vida que podría calificarse de rutinaria sino fuera porque yo iba todo el tiempo siendo el hazmerreir del club y mi mujer se pasaba las horas abierta de piernas recibiendo pollas, llegó lo que tenía que llegar, inevitablemente.

Era para lo que estaba Esther allí en realidad, para hacer posibles las fantasías de enfermos adinerados que querían realizar cualquier guarrada y barbaridad con una mujer.

Se trataba de un cliente que venía esporadicamente al club, una vez ca...

Esther, mi mujer, es una puta 4

Continua el matrimonio en el burdel, cada vez mas humillados

Serían sobre la una de la madrugada, me notaba cansado, llevaba ya al menos dos horas tras esa barra, la verdad no era un trabajo agobiante, la clientela no era una barbaridad, sobretodo señores de entre 50 y 65 años y algunos niñatos de 20, 22.

Gustavo me había estado haciendo rellenar neveras, barrer, limpiar, vaciar el lavavajillas, fregar algunos cacharros, nada que tuviera que hacer que me relacionara con los clientes, los cuales, la verdad, se reían viendome tras la barra con el tanga y la pajar...

Esther, mi mujer, es una puta 3

Continuan Esther y Pedro el comienzo de su historia de sumisión y humillación.

No llegó a la media hora el tiempo que tardó la furgoneta en pararse ante un gran edificio. Estaba en una especie de poligono industrial, en mitad de la nada, era un edificio grande, cuatro plantas, y la entrada parecía la de un hotel, o algo parecido.

Nos habiamos detenido en un lateral del edificio. Eran sobre las diez de la noche y ante la puerta principal del local por lo menos unos treinta coches estaban aparcados.

Miguel y Julián bajaron del vehículo, abrieron el portón lateral y Esther, c...

Esther, mi mujer, es una puta 2

Continua la degradación de Esther y Pedro, en manos de Don Arturo.

La furgoneta era amplia. Un monovolumen de nueve plazas, con los cristales tintados. Esther y yo nos colocamos detrás de Julian y Miguel, su compañero, y salimos del parquing , en silencio, solamente se oía la música de la radio del vehiculo.

Julian, que iba de copiloto, fue el primero en romper el silencio incomodo.

-Muy bien, parejita, ya vereis como esto no es tan malo, llega un momento en que te acostumbras, verdad Miguel? cuantas putas ya hemos llevado al club? todas iban aqui con la misma...

Esther, mi mujer, es una puta

La vida nos lleva por unos caminos diferentes a los que hemos soñado, lo sabemos bien mi mujer y yo

Esther es una puta....es la realidad, por mucho que me cueste reconocerlo!

Hasta hace seis meses no, era mi esposa, la chica mas guapa de la universidad, la mas pija, mas elegante, buenas notas, simpatica, lo tenia, y lo tiene todo...

En aquel momento tanto ella como yo estudiabamos arquitectura, y tras acabar la carrera, encontramos trabajo, cada cual en un despacho diferente, y comenzamos a plantearnos la vida en común, casarnos, comprar un piso, tener hijos, lo normal, supongo.

Tras dos...

La vida de Eva, parte 3

Eva continua bajando peldaños en la dignidad humana, camino del fondo.

Pasadas unas horas, la puerta volvió a abrirse. Era Pablo, venia sin camisa, solamente con los pantalones, y parecia que había tomado alguna copa de más. Traía las esposas en su mano, y entre insultos de cerda y guarra, ven para acá, me vi en un segundo esposada abrazada a un tubo de la piscina, bastante gordo, dandole la espalda.

Sus dedos recorrieron desde mi cuello hasta mi culo, acariciandome, mientras me decia al oido lo guapa que era, las ganas que tenia todo el dia de follarme y la suerte que h...

La vida de Eva, parte 2

Continuan las vivencias de Eva, convertida en esclava y cada vez mas degradada.

Me despertó el ruido de una llavecita abriendo mis esposas, y el aliento a recien levantado de la boca de Pablo.

-Puta, ves despertando , que hay que empezar el dia.

_si, señor, dije intentando recomponer mi cuerpo dolorido por la postura incomoda y recordando que mis agujeros estaban taponados , desde hacia horas.

-sacate el pantaloncito, y retira los consoladores, vamos a ver si todavia funcionan tus agujeros.

Obedeci, quedando nuevamente desnuda, aliviada al notar mis agujeros li...

La vida de Eva, parte 1

La vida de Eva, una joven de 24 años que va degenerando a lo largo de su vida hasta caer en un pozo sin fondo.

Desde mi jaula, elevada un metro sobre el suelo, abajo, en el sotano de lo que antes habia sido mi casa, tengo mucho tiempo para pensar como mi vida ha llegado a convertirse en esto, sin más.

Mi nombre actual es comemierda, al menos el último que he recibido en los meses que llevo aquí.

Durante los años que ha durado mi entrenamiento, sumisión, esclavitud, o como se le quiera llamar, he recibido muchos nombres, típicos, puta, zorra, guarra, perra....otros más originales, chochogordo, cloaca, tre...

La vida de Carlota, parte 3

Sigue Carlota asumiendo su papel, cada vez menos persona y cada vez mas perra.

De regreso para casa , caminando tras él, voy reviviendo los buenos momentos que he pasado en estos años, años de felicidad, criar a mis hijos, adquirir cultura, amar a mi marido, intentando ser una buena esposa, para que fuera feliz conmigo, ahora....reseco el semen de mi cuñado por mis piernas, eso se ha acabado.

Paramos en el quiosco, es automático, mi Dueño saca una moneda y la máquina le da el diario. doblado, me lo hace coger con la boca, y así, con los tacones, desnuda y con el diario en la boc...