Encuentros libidinosos con mi tía (3): el invierno
Tercera parte de los encuentros, cada vez más sexuales y repletos de erotismo.
Habían pasado casi cuatro meses desde que me iniciara en el nudismo con mi tía en su terraza. En todo este tiempo no habíamos podido repetir la experiencia, porque desmontaron la piscina y llegó el frío. Tampoco habíamos hablado apenas del tema, ya que normalmente cuando nos veíamos, estábamos con los demás familiares y no queríamos que se supiera. Pero en una ocasión nos quedamos solos en la cocina de su casa después de una comida familiar, y mientras le ayudaba a recoger, me contó algunas de las experienc...