Siempre Tú
Si supieran que es un demonio disfrazado de ángel. En la cama es simplemente maravillosa, siempre está abierta a todos mis deseos y me encanta. Le gusta algo fuerte. Que le hable malo, eso la excita. Según ella nadie se lo había hecho como yo. Pero que puedo decir con Bárbara Rangel, nunca se sabe.
Sin darme cuenta ella estaba detrás de mí. Abrazándome por la espalda, pude sentir su respiración algo agitada, mientras me acariciaba y besaba mi cuello lentamente.
Anda. Déjate llevar. Yo se que lo deseas tanto como yo. Insistió. Al escuchar sus palabras cerré mis ojos, respiré profundamente. Aguantaba mis ganas de devorarla ahí mismo. Apreté sus cabellos, a medida que me besaba. Sería tan fácil rendirme ante ella, ante nuestros deseos, estaba completamente desnuda, restregando su cuerpo contra el...