Como el coco: Entre conchas (3)

Sigue la aventura.

Amaneció y yo me sentí otro. Una deliciosa paz me invadía. Los atisbos de prejuicios tabúes habían desaparecido de mi mente. Habían sido arrasados por orgasmos intensos. Esther incluso se bañó primero que yo y hasta se vistió delante de mí como si marido y mujer fuéramos. Le contemplé su desnudez y mi palo reaccionó con una erección potenciada.

“Te va a tocar hacerte la paja, porque ya estoy atrasada como pa`  echar otro polvito”

Me dijo con sarcasmo y picardía contemplando mi calzoncillo ...

Como el coco: Entre conchas (2)

Sigue la acción.

Como el coco: entre conchas (II)

Esa noche después del polvo interrumpido cenamos todos juntos como raras veces coincidíamos Lucy, Ester, Carla y yo. Luego conversamos largamente sobre varias cosas y mi primita me pidió que la ayudara con una tarea de matemáticas. Me fui al sofá con esa belleza y apenas si pude concentrarme para explicarle unos problemitas de algebra. Mi mente daba vueltas pensando en lo que había ocurrido hacía hora y media, además Lucy, vestida aún con el pantaloncito rosado c...

Como el coco: Entre conchas

Una desbordada historia de sexo entre el sobrino, las tias y la sobrina.

Como el coco: entre conchas (I)

A los 22 años había fantaseado y vivido muchas cosas en el sexo, pero un incesto, nunca. Eso era algo inconcebible en mi cabeza. Pero la vida errática nos enfrenta aveces a situaciones que despedazan lo prejuicios.

Lo que voy a narrar ocurre en un período de de cinco meses y quince días en el que viví en el apartamento estrecho, caluroso y cómodo de mi tía Carla, quien para mi sorpresa no habitaba sola, como yo pensaba, sino que además allí vivían mi tía Este...

Verónica y Cristina

Un hermoso comienzo para Cristina, una madura reprimida.

Cuando el destino le mostraba solo fatalidad, a sus bien tenidos 46 años, Cristina halló una luz hermosa que iluminaría su alma desnudando una verdad que se había estado ocultando con el pasar del tiempo. La primavera inesperada y florida llegó cualquier día gris a su vida. Se llamaba Verónica. Era una chica 22 años menor que ella, hermosa, tersa y fresca envuelta en una cabellera azabache larga y abundante que siempre ofrecía una sonrisa preciosa. Fue un amor a primera vista. Para Cristina fue un sop...

Cristina y yo (2)

Sigue esa deliciosa ocasión de amor y sexo profundo.

II

Luego de ese maravilloso momento de felación profunda Cris tomó cierto respiro relajando su cuerpo desplomado sobre el sofá humedecido de sudores y sustancias lacteas. Me miró con cierta complaciencia. Su torso desnudo, sus senos erguidos y las piernas abiertas mostraban tras la tela blancuzca y delgada del calzón el oscuro triangulo pletórico de pelos. Luego se lavanto y me regaló un espectáculo que nunca olvidaría.

Yo me senté en la cama desnudo y contento con mi espalda relcinada sob...

Cristina y yo

Un amor profundo y delicioso entre un joven y una señora preciosa...

Crisitna y yo ( I )

Ahora es difícil imaginarme la vida sin ella; sin sus ojos, sus atenciones, sus caricias, sus palabras sabias, su cariño y su sexo. Recuerdo con tanta claridad la primera vez que tuvimos un momento erótico. Fue tan rápido e incomodo, pero tan lindo a la vez. Parecíamos dos jovenzuelos impulsados por la miel del amor arriesgándonos a todo por simple deseo.

Aprovechamos veinte minutos como ladrones en la soledad de la oficina colectiva sin quitarnos del todo la ropa, sino...

Mi vecina Lourdes

Nace una larga relacion de sexo y amor profundo entre un joven y la vecina recien separada.

La señora Lourdes.

Desconsolada. Ese es definitivamente el adjetivo mas acertado para calificar a Lourdes en sus 48 años, madre de dos hijos y abuela de un nieto tras haber sido abandonada por su marido quie la había cambiado por una joven chica muy atractiva.

Lourdes vivía a penas a dos puertas de mi casa y habíamos sido vecinos por mas de una década y media. Siempre me resultó una señora elegante, agradable y muy atractiva con un sentido maternal que la hacía evocar ternura todo el tiemp...