Nuestra prima Karen

Dos primos y su prima continuan la fiesta en casa de ella.

Era casi la una de la madrugada cuando los tres nos subimos al taxi amarillo y cómodo que habíamos pedido por teléfono minutos antes. Mi primo César era el más prendido con los tragos aunque mi prima Karen también estaba algo cogida de cervezas riéndose de cuanta tontería decía César. Yo era tal vez el más consciente de los tres por haber tomado poco, pero igual me sentía algo entonado y alegre. César aun tenía media botella de ron en la mano cuando al llegar el taxi se parqueó en la puerta de la casa...

Amelia ha regresado

Pensé que no la iba a ver por mucho tiempo, pero afortunadamente ella regreso para fascinarme.

  • ¿y cómo te va en la vida de casado? – me preguntó con mirada desconsolada.
  • Bien gracias – le contesté contemplativo, adivinando cierta añoranza en sus ojos cansados.
  • Me alegra – me replicó con dulzura y sin mucha sinceridad en su entonación.

Amelia, así se llamaba la mujer con la cual conversaba desprevenido en la oficina. Ella había trabajado allí por varios años, pero temporalmente había sido trasladada a otra sede en otra ciudad. Perdimos contacto, pero ahora que había vuelto se había...

Amelia

Cuando Amelia volviò, se sucedieron cosas muy sabrosas.

MILENA TE VA A ATENDER

En un tonto accidente de motocicleta me herí la pantorrilla de la pierna izquierda y parte del muslo de la pierna derecha. Gracias a Dios no fueron heridas de mayor gravedad que comprometieran mi movilidad ni tampoco hubo fracturas óseas que lamentar, pero si unas raspaduras horribles con las que tenía que tener todo el cuidado para que sanaran sin riesgo a infectarse. El médico me recetó reposo absoluto y cuatro días de incapacidad a más de varias medicinas con las que de...

Consolando a mi vecina

Una mañana inesperadamente tuve que consolar a una joven y desconsolada vecina.

CONSOLANDO A MI VECINA

Esa noche de viernes yo no había podido dormir bien a causa del escándalo que provenía de la calle. Una fiesta de cumpleaños de un vecino que vivía frente a mi casa se había extendido hasta casi las cuatro de la mañana y la música y los gritos de hombres y  mujeres borrachas bailando se filtraban inevitablemente por mi ventana. La noche estaba exquisita sin embargo y yo estaba solitario esa noche porque mi mujer había partido en un viaje de trabajo por dos días y regresaba...

La señora Edelba

Esas vacaciones..

Ese día de mediados de diciembre me matriculé para cursar mi último semestre en la universidad. Estaba feliz y ansioso por iniciar ese último peldaño en de mi carrera. Tomé el autobús a mi casa y me relajé. Tendría casi dos meses y medio para reiniciar clases y me quedaría en casa disfrutando de la tranquilidad de mi alcoba con mis libros y mi música. Llegué y me encontré con la señora Edelba, una dama cuarentona que mi madre había contratado desde hacía como una semana para que trabajara como emplead...

Miryam

Una gordis sabrosa.

El día que amanecí desnudo al lado de esa señora gordita de cabellos cortos y esponjados, me costaba creer que había vivido una de las noches más lujuriosas de mi vida. Había gozado tanto con su ternura, sus ocurrencias y su sexo que me convencí esa mañana que la sabrosura de una dama no está en el físico solamente, sino en el espíritu. Ni siquiera su edad de 43 años, 16 mas que yo, eran un óbice para sentirme tan realizado sexual y afectivamente. Le di gracias a Dios por haberme topado con esa mujer....

La vecina Xiomara

El amor surge entre dos vecinos distantes en edad.

A veces hay que atreverse a hacer ciertas cosas para conseguir lo que uno quiere. La timidez es algo crónico en mí y he sufrido mucho por eso, pero en materia de mujeres, a pesar de todo he logrado conseguir algunos propósitos. Una de las pocas veces que logré romper la timidez y lanzarme atrevidamente al abismo fue con Xiomara, una vecina cuarentona que desde que se mudó al barrio no logró más que obsesionarme. Todos los chicos estaban locos por su hija Nancy, bonita, esbelta y muy sensual, pero a mi...

Despues de seis

Cuando la cae la tarde, todo pasa.

Ella me sonrió y con sus labios gruesos pintados de rojo vivo me envió un beso sensual a través del panel de cristal que separa su módulo de trabajo del mío. Miré la hora y me di cuenta que eran ya las cinco y cuarenta de la tarde. Supe entonces que habría sexo después, y un pálpito que nació en mi pene adormilado recorrió mi cuerpo. Le sonreí y le hice un guiño con mi ojo derecho en ademán provocador como un “sí” a su propuesta. Esa era la forma que nos habíamos inventado desde hacía mucho tiempo par...

Mi comadre Maria

Maria estaba muy necesitada, yo lo que hice fue hacerle un gran favor.

Me tomé como una hora frente al mostrador del almacén tratando de decidirme qué cosa podría comprar para una futura bebé. Eso es tarea difícil para nosotros los hombres. Por fin me decidí por adquirir un juego completo de elementos de aseo. Era muy curioso y bonito. Tenía en un empaque toallitas, cremas, aceites etc. Lo envolvieron delicadamente en un papel de regalo con motivos de bebé y por fin me marché a casa de mi comadre Mari.

Llegué a su casa cuya puerta de acceso estaba medio abierta. La...

Las dos flacas

Fabiola y su amiga le dan una sorpresa a un amigo.

Con Fabiola, traviesa y menuda, había tenido sexo casual cuando vivió en casa de un amigo como pensionada. No habíamos sido novios, solo habíamos forjado una relación basada en la diversión y el sexo puro y simple. A ella le gustaba mucho tomar, bailar y luego ir a la cama por placer con alguien que le agradara. Y ese fui yo por algunos meses, aunque ha pasado algún tiempo estando vigente en su agenda de amiguitos con derechos.

En una ocasión me tocó trabajar algo lejos de mi ciudad por espacio...