El efecto Danny Kaye (1)

Un grupo de jóvenes se reúne cada viernes noche a la salida del gimnasio. Entre ellos están Daniel, un ejecutivo de éxito, Rubén, un mecánico, y su insufrible novia, Lucía. Todos quieren conocer detalles del trabajo de Dani.

EL EFECTO "DANNY KAYE"

(Relato de amor con elementos eróticos y referencias a personajes que aparecieron en mi anterior relato "Verano caliente en Lisboa").

Aquel viernes por la tarde, como casi todos los viernes del año, excepto en período de vacaciones o por fuerza mayor, los colegas del gimnasio quedábamos a tomar algo en el sitio de siempre. A las once en punto, minuto arriba, minuto abajo, según salían de ducharse los rezagados, nos encaminábamos al café-braserie, donde solíamos reunir...

El efecto Danny Kaye (3)

Durante una noche de fiesta en una conocida terraza madrileña, Rubén intenta convencer a Daniel para que no se marche a vivir con Pablo. Pero él ha tomado una decisión en firme.

Aquella noche hacía un calor espantoso, y el ruido en el Ananda era ensordecedor. Vestidos con nuestras mejores galas, un grupo de amigos, casi todos del gimnasio, aparte de Patricia, mi compañera de trabajo, y Alberto, el novio de Ana, nos disponíamos a pasar la noche del sábado en la terraza al aire libre más famosa de Madrid. Pablo, fiel a su costumbre, no bebió nada de alcohol, y aunque intentaba integrarse en las conversaciones, era evidente que nada de lo que pasaba allí podía interesarle.

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El efecto Danny Kaye (4)

Daniel consigue hablar finalmente con Rubén, que lleva tiempo evitándole, y descubre que ha roto con Lucía. Por su parte, su hermana Claudia le abrirá los ojos en relación a su mejor amigo.

Conforme se iba acercando el día de la mudanza, Rubén se fue comportando de forma cada vez más huraña e intratable. Si le ofrecía ayuda en algún ejercicio, él la rechazaba sin más, o decía que ya buscaría ayuda en otra parte. Empezó a evitar mi presencia, y los últimos días llegaba más tarde al gimnasio, para no coincidir juntos en la sala de musculación. Aquello estaba pasando de castaño oscuro. Temeroso de que tampoco se presentara el viernes por la noche en la braserie, el jueves me quedé a esperar...

El efecto Danny Kaye (5)

Daniel sigue preguntándose cual será la verdadera razón del extraño comportamiento de Rubén. Por otra parte, Pablo acude muy alterado al apartamento de Daniel, decidido a interrogarle sobre un asunto importante.

Aquel sábado se levantó nublado y algo revuelto. Debido a los preparativos de la mudanza no había salido la noche anterior. Cené con Pablo en un restaurante italiano del barrio, y luego él se marchó en su moto tras despedirmos con un beso. Yo estaba tan cansado que ni siquiera le pedí que subiera a hacer el amor; se sobreentendía que a partir del día siguiente habría tiempo de sobra para ello en nuestro nuevo hogar.

No había vuelto a ver a Rubén desde la noche del jueves. Mi compañera Patricia,...

El efecto Danny Kaye (2)

Daniel trata de justificar ante su novio la actitud negativa de Rubén hacia él. De vuelta a su piso, Dani y Pablo hacen el amor, pero Dani descubre que su novio no es tan perfecto como aparenta.

Aquella noche decidimos cenar en el Vips de Gran Vía, dada la hora tan avanzada que era. Pablo se había dejado el pelo algo más largo, lo que le sentaba estupendamente. Realmente, pensé, he tenido suerte con él. Le observé mientras comía sus spaghettis, con la educación exquisita que mostraba como hombre de mundo que era. A sus 30 años había vivido en Londres y Nueva York para perfeccionar sus estudios en el mundo de la publicidad y el diseño gráfico, antes de regresar a Madrid y establecerse por su c...

Mi angel de la guarda

Dos amigos españoles viajan en tren por un país exótico. Una noche, durante un trayecto en coche-cama, uno de ellos vivirá una experiencia erótica insólita. Todo su empeño ahora es que su amigo no se entere de lo sucedido.

El vetusto tren avanzaba despacio, remoloneando, pisando huevos, como se suele decir.

Era noche cerrada y el ceñudo revisor nos guió por un estrecho y mal iluminado pasillo hasta nuestro compartimento. En el interior, cuatro literas, dos a cada lado de la desconchada pared, con unas sábanas color marfil que parecían haber conocido mejores tiempos. No era mucho, pero en vista de la situación, era lo mejor que podía esperarse. La otra opción significaba dormir en los incómodos asientos de lo que e...

Verano caliente en Lisboa (9)

Portugal vive sus horas más críticas cuando un golpe de estado izquierdista y un rápido contragolpe desgarran al país. Nuno pasa horas de angustia preguntándose si Diogo saldrá con vida de este terrible escenario.

Aquella tarde regresé caminando a casa por el centro de Lisboa. Iba cavilando sobre los próximos pasos a tomar. No se me escapaba que la situación era crítica, tanto para el país como para mí. Después de mucho pensar me senté en un banco en la Placa do Comercio para encender un cigarrillo y observar a mi alrededor. Nadie diría, viendo el ir y venir constante de los lisboetas, con bolsas en la mano y la prisa típica de las grandes ciudades, que fuera a ocurrir un hecho extraordinario en sus vidas o en...

Verano caliente en Lisboa (10 - Final)

Madrid, julio de 2005. Han pasado 30 años de los hechos que marcaron su vida, y Nuno es un empresario de gran éxito. Pero en su interior solo hay espacio para la soledad. Sin embargo, un suceso inesperado le ayudará a abrirse de nuevo al amor.

MADRID, VERANO DE 2005

Encendí la luz de la mesilla de noche y busqué el móvil de mi secretaria. Estaba tan alterado que busqué intuitivamente el paquete de cigarrillos en el cajón de la cómoda, aún sabiendo que hacía al menos cinco años que había abandonado tan funesto vicio en aras de una vida más saludable y, digamos, ecológica. Me miré semidesnudo en la luna corrediza del armario de estilo japonés del dormitorio. El gimnasio había hecho un gran trabajo en mí en los últimos tiempos, en lo que...

Verano caliente en Lisboa (6)

Nuno y Diogo viajan hasta el Algarve para pasar sus últimos días de vacaciones juntos, en compañía de Joao, el hermano de Diogo,y su novia. Sexo y política ocuparán todo su tiempo.

El viaje por carretera hasta Faro resulto tan caótico como pensaba. Antes de salir, me había despedido efusivamente de Celso e Isabel, los padres de Diogo. Me desearon buena suerte, recuerdos para mis "pobres" padres, y el deseo sincero de volver a vernos pronto, aunque en su interior tanto ellos como yo comprendíamos que eso era algo bastante aleatorio, y que era posible que no volviéramos a vernos nunca más. Quizá de esta certeza interior procedían las sentidas lágrimas de Belinha, con el pañuelo em...

Verano caliente en Lisboa (5)

Nuno pasa la tarde con su tío Joaquim, un hombre desencantado con la situación política. De nuevo en su antigua casa, Diogo le confesará un secreto impactante.

Pocos días antes de mi anunciada vuelta, Diogo tuvo una de sus fugaces ideas geniales para celebrar a nuestra manera la inevitable despedida temporal. Si no me importaba esperarme unos días más, podríamos ir juntos en mi Renault 12 hasta Faro, en el Algarve, y allí cerca pasar un fin de semana de playa y relajamiento en compañía de su hermano Joao, que estaba de permiso con su nueva novia, una tal Branca. Por mi parte, le dije, no había nada que objetar. La misión que me había llevado hasta allí estab...