Hijo querido (6)

Sexta entrega de las aventuras eróticas de una madura caliente con su querido hijo. (nota.- este relato ya lo había enviado hace dos días y no lo han publicado, si lo publican en las próximas horas, por favor no repitan publicando este, espero su mensaje, mil gracias)

Hijo querido VI

La tarde parecía transcurrir con pasmosa lentitud, la madura se sentía ansiosa, excitada pero a la vez avergonzada y culpable, ¿culpable?, si, se sentía extraña y culpable. No haberle avisado a su hijo que ese día llegaría temprano a la casa para… espiar a su vástago teniendo sexo con su novia; no fue intencional, se decía, tratando de calmar su falta, pero llegó a la casa con la secreta esperanza de descubrir si su hijo había llevado a la novia a coger, como lo hacía algunos...

Los empeños de Griselda (1)

Aventuras de una mujer madura con su amante adolescente, relato real contado por la protagonista.

Los empeños de Griselda, I

El repentino llamado de su teléfono celular que insiste la sobresalta, llama una, dos tres veces, hasta que Griselda alcanza su bolso y toma el aparato mientras se aleja un poco de la sala y de la demás gente: "¿bueno?... ¿Moisés?, ¡hola!, cómo estás, ¡qué milagro que me llamas!… ¿vernos?... no se… con eso de que te desapareces sin decir nada, no, tú te enojaste, ¿ya se te olvido?, ¿hoy, mañana?, no puedo… porque… bueno… estoy saliendo con alguien…, no, no es mi no...

Recuerdos del barrio (11)

Décima primera entrega de los relatos sobre el despertar sexual de un adolescente con una mujer madura y... su novia, el barrio donde vive y algo más.

Recuerdos del barrio

Décima primera entrega

XXXVIII

"Todo por no estudiar". Sumido en mis pensamientos camino por la calle, cargo en el hombro un garrafón de agua purificada –con eso de que por aquí nadie toma el agua que sale de la llave por la contaminación--, cuando escucho un grito: "¡eso te pasa por no estudiar!", me detengo por momentos pero no descubro a ninguno de mis amigos cerca, sigo mi camino soportando el peso del garrafón lleno de agua y de nuevo: "¡eso te pasa por no es...

Todo... a un precio o nalgas a plazos

Historia de una chica que da todo pero a precios establecidos.

Todo tiene su precio o "nalgas a… plazos"

La ceremonia elegante y formal. Los funcionarios de la universidad con sus mejores galas y los graduados, todos de negra toga y birrete, felices y satisfechos pues ese día se graduaban y recibían su título y su cédula profesional. Era media tarde y en el patio central del edificio de rectoría todo estaba listo para la ceremonia; cerca los meseros aprestaban lo necesario para el consabido brindis de honor , a un lado la banda y el coro de la escuela...

Curiosidad científica

Tres Adolescentes aprenden del sexo con un maduro de enorme verga, llamado el burro.

Curiosidad científica

Todo empezó una aburrida tarde de domingo, uno más de los consabidos festejos de familia, ese día en casa de la tía Lucy. Los chicos se aburrían, ellos comentando sobre videos o música, tratando de pasar desapercibidos para llegar hasta donde estaba el bar y robarse un par de tragos; las chicas, primas entre si y adolescentes en ciernes –llenas de dudas y sensaciones nuevas y preguntas sin contestar y deseos insatisfechos--, sentadas en sendas sillas plegables para matar el...

Laura por detrás

Las delicias del sexo anal de un marido oprimido con su malhumorada esposa.

Laura por detrás

Al paso del tiempo fue confirmando que las cosas andaban mal en su matrimonio, muy mal. El tedio, el aburrimiento, el hastío y los problemas económicos habían puesto en jaque a la pareja, pues como dice el refrán "cuando la pobreza toca a la puerta, el amor sale por la ventana", y si a eso se suma el mal carácter de su mujer pues

Una noche cualquiera llegó más que cansado a su pequeño hogar, como el día anterior, como la semana pasada, como siempre, luego de trabajar turno...

La Chiquis y su tío

Confesiones de una madura y sus aventuras con su tío.

La Chiquis y su tío

Relato sobre las relaciones incestuosas de una madura y su tío

--"Fue él…", dijo Chiquis cuando me entregó mi cuba de ron con coca cola.

Al principio no comprendí lo que había dicho, ante mi desconcierto se acercó hasta mi oído y repitió poniendo cara de picardía: "fue él…"; "¿quién, qué?", pregunté sin comprender, "¿recuerdas lo que me preguntaste una noche, allá, en tu departamento?", y algo creí recordar cuando ella disimuladamente me señaló al frente, donde es...

Hijo querido (5)

Quinta parte de las experiencias calientes, incestuosas y lujuriosas entre una madre amorosa y su querido hijo

Hijo querido V

Una noche el cansancio hizo presa fácil de Ana y el placentero sueño llegó como sin querer. La madura no supo cuándo empezó a soñar, o más bien a recordar el mismo sueño o la rememoración de las viejas experiencias vividas antaño. En aquel entonces era una chiquilla aún, ¿13, 14 años?, si, quizá; ella dormía sola en una recámara, pero algunas noches algo ocurría que la alteraba, que la sacaba del sueño: alguien llegaba sin hacer ruido, con lentitud y sigilo se metía bajo las s...

Recuerdos del barrio. Novena Entrega

Décima entrega de los relatos sobre el despertar sexual de un adolescente con una mujer madura y... su novia, el barrio donde vive y algo más.

Recuerdos del barrio

Novena entrega

XXXII

Un amanecer tormentoso. No lo se bien, creo que fue el frío lo que me despertó o el sueño delicioso, sarcástico y contradictorio. Bajo las sábanas siento la verga erecta, el glande mojado, escurriendo babitas. Casi había amanecido y el frío inclemente me hizo pensar que este quizá sea uno de esos días en que en 24 horas se dan las cuatro estaciones: al amanecer una temperatura de 3 grados que hiela el cuerpo; al medio día un calor de 33 grados...

Recuerdos del barrio. Décima Entrega

Décima entrega de los relatos sobre el despertar sexual de un adolescente con una mujer madura y... su novia, el barrio donde vive y algo más.

Recuerdos del barrio

Décima entrega

XXXV

Que si, que no. Una tarde viendo en la tele una repetida serie: Viaje a las estrellas . Estoy solo, mi hermana salió. Llega Lulú, Lourdes mi prima. Tiene tiempo que no la veo, y al verla llegar, su cuerpo moreno y delgado, su cara bonita, su risa a flor de piel, su juventud, recuerdo aquellos años, --¡cómo si fueran tantos!— en que mi desesperación me hacía espiarla en el baño, y verla encuerada, el agua cayendo sobre su cuerpo, su pubis...