Escaparse a la playa
Tras un fracaso amoroso, puede que el mejor sitio para dejar volar la imaginación sea... la playa.
La historia comienza como empezaría cualquier película mala, de esas que ponen a las tres de la mañana para rellenar el espacio muerto entre la teletienda… y más teletienda:
En la barra de un bar.
¿Qué hacía yo allí? Emborracharme. Día pésimo, semana pésima… Creo que podía decir, también, que el peor mes de mi vida acababa de pasar, tras arrancar la última página de mi calendario de sobremesa de Mafalda. Ella, como no, me daba consejos… ¿optimistas? No, Mafalda nunca había sido optimista, y no ib...