Gilda
Dos chicas asisten entusiasmadas en un cine a la proyección de Gilda, mítico film de Rita Hayworth, cuando, excitadas, deciden ir a magrearse al baño. Allí, las sorprenden el acomodador y la taquillera, una pareja de desalmados, abusarán de ellas
–¡Qué buena está!
En la enorme pantalla Rita Hayworth cantaba y se contorneaba dentro de un universo en blanco y negro al ritmo de “Put blame on mame”, agitando su melena de fuego, al tiempo que con inimitable sensualidad se desprendía de un guante.
–Te gusta, ¿eh? –Dijo Matilde.
–Sí –respondió Concha algo azorada.
–Pues dicen –continuó Matilde simulando un tono confidencial– que en la versión original, en la que no está censurada, se quita el vestido y se queda en bolas.
–¿En...