Lesbianas
Compartir piso de estudiantes con dos lesbianas cachondas que no paran de follar puede parecer el sueño de cualquiera; pero a veces las cosas no resultan como parecen, sobre todo cuando te pillan espiándolas en la cama...
Sus lenguas se enroscaron como dos carnosas, rosadas y húmedas serpientes, moviéndose y chupándose con frenesí, hasta enlazarse de manera que casi vulneraba las leyes físicas. Al tiempo, sus cabezas basculaban de un lado a otro, buscándose, besándose, lamiéndose y penetrando sus bocas hasta casi atragantarse, cuando las juguetonas puntas rozaron las campanillas. Sus cuerpos, jóvenes, tiernos y plenos de una incontenible energía, se movían al ritmo de la pasión ejecutando una sexual danza entre las arrugadas...