Te quiero Andrea
...Al abrazarte desde atrás, tu ondulada y larga melena azabache entró en contacto directo con mi nariz: ¡jamás olvidaré ese aroma!!!,, a paz, no sé, al único lugar en el mundo en que me sentía segura y completamente feliz,
Todo comenzó con el olor de tu pelo; ¿recuerdas, cuando de niñas, dormíamos juntas, cuando tus padres dejaban que te quedaras en mi casa?, una fría madrugada, cuando las dos teníamos quince, desperté necesitando calor: recuerdo que era invierno. Tú estabas acostada conmigo, dándome la espalda; dormías plácidamente. Tú, mi dulce Andrea, vestías solo con mi camisa de pijama (te encantaba que compartiéramos mi ropa), con tus piernas sedosas, tibias, desnudas y recogidas; yo solo llevaba encima el pantal...