Te quiero Andrea

...Al abrazarte desde atrás, tu ondulada y larga melena azabache entró en contacto directo con mi nariz: ¡jamás olvidaré ese aroma!!!,,… a paz,… no sé,… al único lugar en el mundo en que me sentía segura y completamente feliz,

Todo comenzó con el olor de tu pelo; ¿recuerdas, cuando de niñas, dormíamos juntas, cuando tus padres dejaban que te quedaras en mi casa?,… una fría madrugada, cuando las dos teníamos quince, desperté necesitando calor: recuerdo que era invierno. Tú estabas acostada conmigo, dándome la espalda; dormías plácidamente. Tú, mi dulce Andrea, vestías solo con mi camisa de pijama (te encantaba que compartiéramos mi ropa), con tus piernas sedosas, tibias, desnudas y recogidas; yo solo llevaba encima el pantal...

Cinemateca (8): Fallen angel (1981)

Opinando sobre películas de cine erótico; Fallen angel, de Robert Michael Lewis: para leer y comentar,...

¿Cine erótico?, ¿Cine X?, ¿XX?, ¿XXX?, ¿manga?, ¿hentai?; en cierta medida, todos los que participamos de una manera u otra en TR, "bebemos" de estas corrientes del llamado séptimo arte: unos por el simple deseo de disfrutar del placer solitario o en compañía; otros, como fuente de inspiración para nuestros relatos (o fantasías). Prácticamente todos hemos tenido un recuerdo entrañable y/ó excitante con algún film: nos vinculamos con el cine erótico y porno de una manera muy profunda, y viendo que much...

Cinemateca (7): Saló o los 120 días de Sodoma 1975

Opinando sobre películas de cine erótico; Saló o los 120 días de Sodoma de Pier Paolo Pasolini: para leer y comentar,...

¿Cine erótico?, ¿Cine X?, ¿XX?, ¿XXX?, ¿manga?, ¿hentai?; en cierta medida, todos los que participamos de una manera u otra en TR, "bebemos" de estas corrientes del llamado séptimo arte: unos por el simple deseo de disfrutar del placer solitario o en compañía; otros, como fuente de inspiración para nuestros relatos (o fantasías). Prácticamente todos hemos tenido un recuerdo entrañable y/ó excitante con algún film: nos vinculamos con el cine erótico y porno de una manera muy profunda, y viendo que much...

Secretaria de día, puta de noche (2)

Finalmente el fin de semana llegó, y yo quería ser cogida de nuevo por otro desconocido,… entregarle mi cuerpo a otro tipo que no me conociese en absoluto,...

Apenas si pasó una semana de ser cogida a la fuerza por un tosco taxista y mi raja ya se humedecía de solo pensar en que llegaba al fin el sábado, y con él, las posibilidades de iniciar mi vida de puta, con el único fin de mi ahora, enfermo placer. Mis amigas de la oficina, nunca sospecharon nada: de hecho, les sorprendía verme tan tranquila, después de una decepción amorosa; igualmente, se intrigaban al verme trabajar, toda modosita, seria, con mi carita de siempre "de no matar ni una mosca", y de pr...

Secretaria de día, puta de noche

¡te ves como una puta y como una puta los hombres te van a tratar!!,… -, le escuché gritarme, antes de cerrar yo la puerta,...

Secretaria de día, puta de noche (grandes series)

Mi "nueva doble vida" comenzó hace ya un par de años; era el cumpleaños de Rodrigo, un chico de mi oficina que me atraía demasiado: aquel día le harían su fiesta de cumpleaños en su casa y me decidí a llamar su atención a como diera lugar. Es así que me decidí a presentarme en la fiesta como nunca ante él –ni a nadie-, me habían visto jamás; tras pasarme casi toda la tarde en la peluquería, ya en mi dormitorio comencé a calzarme mi (valgan verdade...

Sensaciones

Una sensación, un instante. a veces duran mucho, o muy poco (todo un reto para mí: hacer un relato corto; a ver cómo va,...)

Arqueaba mi cintura, sintiendo que mi cuerpo casi convulsionaba, recorrido por un cúmulo de indescriptibles sensaciones. Mis manos apretaban las sábanas, hasta casi blanquearse, crispadas al máximo. Podía casi sentir cómo cada poro de mi cuerpo respiraba el frío aire de la madrugada. Respiraba yo agitadamente, casi jadeando. Mi labio superior estaba húmedo, mientras que pequeñas gotitas de sudor lo perlaban, al igual que mi frente, caliente, casi llena de sendas gotas sudor frío: eso era algo totalmen...

El pacto

Una historia de miedo, que uno quisiera que no fuese real,..

Corina llegó corriendo feliz a su casa esa tarde, con el corazón henchido de una gran felicidad adolescente. Estaba enamorada. Tras semanas de sentirse una suerte de "bicho raro" en su nuevo colegio, finalmente alguien le había hablado, ¡y precisamente había sido ese chico tan guapo que no dejó de mirar desde el primer día!. Caminando como entre nubes, atravesó el jardín de su nueva casa, sin hacerle caso a su hermanito y sus nuevos amigos, que ahí jugaban. Tampoco saludó a su madre que preparaba el a...

Sobre los chistes más antiguos del mundo

un escrito que espero les haga sonreír,...

Viene a mi memoria el Director de mi colegio secundario: el Hermano James (como supondrán, estuve en un cole católico), durante toda la secundaria, este bonachón religioso estadounidense nos formaba en el patio los lunes, y tras reseñarnos las noticias de la semana ("el equipo de básquet masculino clasificó a la final,… el equipo de fútbol ganó su pase a cuartos de final,… y bueno,… el equipo de voleyball femenino sigue ganando experiencia,…"), fiel como ninguno al más puro y viejo estilo americano de...

Cinemateca (6): La historia de O (1975)

Opinando sobre películas de cine erótico: La historia de O, de Just Jaeckin. Para leer y comentar,...

¿Cine erótico?, ¿Cine X?, ¿XX?, ¿XXX?, ¿manga?, ¿hentai?; en cierta medida, todos los que participamos de una manera u otra en TR, "bebemos" de estas corrientes del llamado séptimo arte: unos por el simple deseo de disfrutar del placer solitario o en compañía; otros, como fuente de inspiración para nuestros relatos (o fantasías). Prácticamente todos hemos tenido un recuerdo entrañable y/ó excitante con algún film: nos vinculamos con el cine erótico y porno de una manera muy profunda, y viendo que much...

El fantasma del espejo

Un nuevo relato de miedo; espero sea de vuestro agrado,...

Cada vez que mi abuelita pasaba por estrecheces económicas se quedaba pensativa en su silla, miraba al cielo con mirada triste y soltaba un profundo y doloroso suspiro: "…¡Ay Dios!" –decía -, "¿por qué pasamos por estas penurias, si a nosotros no debería faltarnos nada". Yo pensaba que eran devaneos propios de la gente mayor, que siempre piensa que toda época pasada fue mejor; más, debido a su insistencia de expresar su muletilla, decidí preguntarle el por qué.

Ella cayó un momento. Se fijó dete...