Malena me coge todas las noches

Yo temblaba al estar a merced de mi objeto del deseo, sentada sobre mí, dominándome por completo. Su larga cabellera casi me cubría el rostro totalmente, como una deliciosa prisión con olor a lavanda. Si me iba a amar o a matar, ya nada me importaba.

Malena me coge todas las noches (el testimonio de Cecilia)

(DEDICADO A "inta929": ESPERO QUE LO DISFRUTE)

Llevaba varios meses sin "comerme" una buena hembra. Estaba a punto de estallar. Estaba hastiada de pasar mis noches de placer con tipas aleonadas, empecinadas en dominarme a la fuerza, sin importarles ser delicadas. O las maduras en busca de afecto, y que se quedaban dormidas como piedra, tras el primer, y único orgasmo de la noche. Mucho menos quería volver a fungir de "maestra" de ch...

Memorias de un brujo: un pago inolvidable

Puedo pagarte lo que quieras –me dijo-, pero también sé, que si lo haces más motivado lo harás mejor….

Memorias de un brujo: un pago inolvidable

Ella fue la de la idea de la apuesta. No muy alta, de piel tersa y blanca, siempre vestida con sobria elegancia, Mónica era una mujer que se sabía apetecida y deseada por todo hombre que la conociese: de anchas y muy generosas caderas, senos firmes y redondos, un hermoso rostro, ojos color caramelo y una preciosa melena entre rojiza castaña y rubia. Realmente era del tipo de mujer madura –pero no tanto-, que ocasionaba que, donde sea que estuviese, atraj...

Violación e incesto 2: reencuentro con Milagritos

Nos les veía desde hace años; parecía que la tierra se las hubiese tragado. Para mi gusto, aquella noche nos reencontramos y rememoramos nuestro primer encuentro,…junto con mi odiosa enamorada….

Las máquinas tragamonedas del casino tintineaban rabiosamente aquella noche; yo estaba histérico: iba perdiendo. Para colmo, tenía que aguantar a la insoportable de mi enamorada de aquella época: Patty. No me lo tomen a mal, la quería cuando comencé con ella,… pero sus engreimientos y su tendencia a ser una frívola materialista, me tenían harto. Me sentía tan infeliz en aquel entonces, que me dí por el juego. Ella sólo me acompañaba esa noche por que, siendo al día siguiente su cumpleaños, se estaba a...

Violación e incesto

De cómo fuí instigador y partícipe de una noche de total depravación.

Violación e incesto

Un sábado tuve una visita inesperada en mi oficina: como no había hecho planes para nada en particular. Ya avanzada la tarde, pensé que la semanita dichosa (realmente pésima para mi pequeño negocio), había llegado a su fin y que ese día nada en especial pasaría. Nada más lejos de la verdad: casi cuando pensaba en cerrar la oficina, aparecieron ellos, Milagros y su hermano Carlos. Ambos eran muy jóvenes: ella tenía 19 años, ella, apenas 18. Caminaban juntos, tomados de la mano...