El conquistador

Presumía de ser un gran conquistador, allí donde iba muchas mujeres se interesaban por él, ni el mismo sabía si se acercaban por su mirada, por sus 50 años bien llevados o simplemente por el portento de voz que sacudía los altavoces de los karaokes que visitaba en su tiempo libre...

Presumía de ser un gran conquistador, allí donde iba muchas mujeres se interesaban por él,  ni el mismo sabía si se acercaban por su mirada, por sus 50 años bien llevados o simplemente por el portento de voz que sacudía los altavoces de los karaokes que visitaba en su tiempo libre.

Allí tan lejos estaba ella, la soledad que abrumaba a Juan Carlos todas las noches le obligaba a entrar en aquella red social de contactos en la que conoció a Alicia, noches eternas de conversación hacían que cada vez resul...

Las aventuras de Cristina. Parte 2

Después de una noche de sexo sin desenfreno, nos quedamos dormidos en casa de Carlos. Su cama tenía ese olor a sexo y sudor que tanto me excitaba. Con tanto ajetreo me quede dormida profundamente, sin saber la hora que era. A la mañana siguiente me desperté con una sensación de entumecimiento...

Después de una noche de sexo sin desenfreno, nos quedamos dormidos en casa de Carlos.  Su cama tenía ese olor a sexo y sudor que tanto me excitaba. Con tanto ajetreo me quede dormida profundamente, sin saber la hora que era.

A la mañana siguiente me desperté con una sensación de entumecimiento, no podía moverme. Intenté abrir los ojos pero Carlos me había colocado un antifaz. Mis manos estaban sujetas por encima de mi cabeza con las mismas cintas de la tarde anterior, o al menos, eso parecía.

  • Bu...

Rizos de Carbón. Parte 2

Apenas tenía unos minutos para recomponerme, José Antonio estaba subiendo ya por las escaleras de mi portal, cada día, como cada vez que quedaba con él, los nervios se adueñaban de mi estómago, ese hombre me atraía de una manera infernal, era tal mi atracción que mi piel quemaba con cualquier...

Apenas tenía unos minutos para recomponerme, José Antonio estaba subiendo ya por las escaleras de mi portal, cada día, como cada vez que quedaba con él, los nervios se adueñaban de mi estómago, ese hombre me atraía de una manera infernal, era tal mi atracción que mi piel quemaba con cualquier contacto suyo.

Corro al baño con el fin de retocar el maquillaje que me había puesto para él, y justo cuando había acabado de retocarme suena el timbre de la puerta, era él. Trago saliva, me miro en el espejo y ...

El fisioterapeuta

Como todas las tardes, voy camino al Gym. Tengo que cuidarme. Pero no sólo eso es lo que me impulsaba a ir a aquel lugar. Estaba haciendo un esfuerzo inhumano para no verle. Intentaba evitar el horario, pero era rara la vez que él no estaba presente. El gimnasio parecía pequeño cuando él...

Como todas las tardes, voy camino al Gym. Tengo que cuidarme. Pero no sólo eso es lo que me impulsaba a ir a aquel lugar. Estaba haciendo un esfuerzo inhumano para no verle. Intentaba evitar el horario, pero era rara la vez que él no estaba presente. El gimnasio parecía pequeño cuando él se quitaba la camiseta y agarraba las pesas. Yo, desde mi pequeño rincón, miraba tímidamente. El reflejo de sus ojos, en el cristal clavados, mirando mi tonta cara. Me clavo su mirada de tal manera en la cinta de correr que...

Rizos de carbón

Me había pasado toda la tarde arreglándome el pelo y probándome lencería, quizás sea la más nueva que guardaba en el cajón. Aquellas medias de rejilla con las ligas negras y puntilla no eran demasiado cómodas. Me coloqué el tanga por encima del conjunto y comencé a vestirme...

Me había pasado toda la tarde arreglándome el pelo y probándome lencería, quizás sea la más nueva que guardaba en el cajón. Aquellas medias de rejilla con las ligas negras y puntilla no eran demasiado cómodas. Me coloqué el tanga por encima del conjunto y comencé a vestirme. Mi falda negra de tubo favorita y una camisa sedosa blanca. La puntilla del sujetador se transparentaba un poco, ya casi estaba perfecta. Unos pendientes blancos y unas pulseras plateadas adornaban mis pequeñas muñecas.

Me perfumé...

Noches de lujuria

Se llama Daniel, mi amiga me lo había presentado en aquella fiesta de año nuevo. Él era alto, atlético, tenía el pelo semilargo y una sonrisa realmente encantadora que, junto con su físico, era potencialmente petable. Congeniamos bien pero teníamos vidas muy diferentes. Aquel día habíamos hablado...

Se llama Daniel, mi amiga me lo había presentado en aquella fiesta de año nuevo. Él era alto, atlético, tenía el pelo semilargo y una sonrisa realmente encantadora que, junto con su físico, era potencialmente petable. Congeniamos bien pero teníamos vidas muy diferentes.

Aquel día habíamos hablado y echo planes para salir a dar una vuelta. Al final mi amiga recibió un mensaje en su móvil: “estamos al lado de las escaleras de el Pub DIVINA”. Inmediatamente acabamos las copas y decidimos acercarnos. Como...

Sexo en la costa blanca

Había quedado con un amigo del colegio para comer en una terraza de la costa. Aquel lugar de aguas calientes y de un azul casi como el de las islas del caribe. Quedábamos todos los años que yo visitaba Alicante, en el mismo lugar y a la misma hora de siempre. Había muchos visitantes extranjeros...

Había quedado con un amigo del colegio para comer en una terraza de la costa. Aquel lugar de aguas calientes y de un azul casi como el de las islas del caribe. Quedábamos todos los años que yo visitaba Alicante, en el mismo lugar y a la misma hora de siempre. Había muchos visitantes extranjeros. El sol en lo más alto del cielo calentaba moderadamente para la época en la que estábamos. Decidí sentarme en cuanto vi la primera mesa libre. Era un bar dedicado sólo al público Inglés. Al parecer, había dos desped...