Aprendiz de chupapollas: segunda lección
Dios mío de mi vida, que mamada me habían empezado a hacer, sobretodo cuando comenzaron a turnarse.
APRENDIZ DE CHUPAPOLLAS: SEGUNDA LECCIÓN
Después de todo lo acontecido aquella tarde en que me ocurrieron todas aquellas increíbles cosas con aquellas diabólicas chicas (para más detalles, leer la primera parte), esa noche la dormí como un bebé por lo que me había pasado…pero al mismo tiempo también dormí en tensión por la cantidad de dinero que llevaba encima. Menos mal que era el único vagabundo del pueblo y que en ese sitio no abundaban los atracos. Eso me reconfortó, pero lo cierto es que tenía un...